En imágenes: El increíble viaje de Cassini a Saturno, el planeta de los anillos
La nave de la NASA ha desvelado muchos misterios del increíble mundo y sus lunas. Os proponemos «viajar» con la sonda espacial
Desde un telescopio de aficionado, hay pocas cosas tan impresionantes como el planeta Saturno . Lo que a simple vista es un punto blanco en el cielo, a través de las lentes se transforma en un pequeño disco de color terroso y veteado a cuyos lados se ven los grandes anillos. O, tal como le ocurrió a Galileo en 1610, a veces pueden verse algunas de sus 62 lunas (nueve están por confirmar) como pequeños puntos brillantes.
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La sonda Cassini-Huygens , un esfuerzo conjunto de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), ha explorado este increíble mundo durante 14 años desde más cerca que nunca. Gracias a su trabajo y al esfuerzo de cientos de científicos, Cassini ha revolucionado los libros de texto y ha desvelado muchos de los secretos de Saturno y de sus increíbles lunas . Cada una de ellas es un pequeño y exótico mundo de volcanes de hielo, océanos subterráneos, mares de gas natural o desiertos inhóspitos. Su trabajo hoy parece algo rutinario, pero hasta Cassini, apenas tres sondas de la NASA (Pioneer 11, Voyager 1 y Voyager 2 ) habían pasado por los alrededores de Saturno. Por desgracia, el viaje de Cassini finalizará este viernes porque la sonda ya ha agotado su combustible.
Un enorme mundo que flotaría en una bañera
Saturno es el segundo planeta más grande del Sistema Solar , y, por tanto, el tercer cuerpo más voluminoso de nuestro vecindario detrás del Sol y de Júpiter. Si la Tierra fuera tan grande como una moneda de cinco céntimos, Saturno sería más o menos como un balón de baloncesto y el Sol tan largo como la puerta de una habitación.
Saturno es un planeta exterior y como los otros, está hecho de gas. Está compuesto por los mismos materiales básicos que el Sol, hidrógeno y helio , y en su interior las presiones y las temperaturas permiten que haya un núcleo sólido de roca, hielo, agua y otros compuestos, bajo una capa de hidrógeno líquido. Pero lo cierto es que el planeta no tiene una superficie real. Es paradójico, pero a causa de su naturaleza gaseosa una nave no podría posarse en Saturno, pero tampoco podría volar por las profundidades: la presión y las temperaturas aplastarían y fundirían cualquier casco.
La distancia que separa a Saturno del Sol es 9,5 veces la distancia que hay entre la estrella y la Tierra (cerca de 1.400 millones de kilómetros). Por eso no sorprende que la temperatura en superficie de Saturno ronde los 178 grados centígrados bajo cero . Allí los días duran 10,7 horas (va tan rápido que el ecuador del planeta se ensancha un poco), y los años duran unos 29 años terrestres. Como el eje de rotación de Saturno está inclinado, al igual que la Tierra, el enorme planeta también experimenta estaciones.
A causa de las presiones tan altas, las temperaturas tan bajas y la radiación que experimenta, Saturno no es un lugar que pueda albergar formas de vida, al menos si se asume que la posible vida de allí está basada en los mismos principios de la vida terrestre.
Saturno es el único planeta del sistema solar menos denso que el agua . Resulta difícil de creer, pero esto implica que si pudiéramos fabricar una bañera enorme, Saturno podría flotar en su interior (lo mismo pasaría, por ejemplo, con el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko ).
Los anillos de Saturno
Lo más llamativo de Saturno son sus increíbles anillos . No es que sea el único que los tiene, Júpiter, Urano y Neptuno también cuentan con anillos , pero sin duda es el planeta donde son más espectaculares y grandes. Los anillos de Saturno tienen apenas un grosor de un kilómetro pero tienen una extensión de 282.000 kilómetros, más del doble del diámetro del planeta en sí, y tres cuartas partes de la distancia que hay entre la Tierra y la Luna.
Los anillos están compuestos por miles de millones de partículas de hielo y roca de los más variados tamaños. Algunas tienen el tamaño de granos de arena pero otras son tan grandes como montañas. Se cree que unos y otros quedaron allí como consecuencia del choque de asteroides, cometas y de la destrucción de antiguas lunas a lo largo de la historia del planeta.
Los anillos están nombrados en orden alfabético en función de la fecha del descubrimiento. Cada uno va a una velocidad concreta y suelen estar muy cerca unos de otros, con excepción de una gran hueco, la división de Cassini, de 4.700 kilómetros de ancho, y otras separaciones más pequeñas.
Las observaciones de Cassini han mostrado que hay perturbaciones gravitacionales en los anillos y una compleja dinámica de choques y movimientos que aún no se comprenden del todo. La intrépida nave de la NASA ha logrado incluso volar entre los anillos y Saturno e incluso en el hueco que hay entre los anillos F y G.
Tormentas colosales
Saturno está cubierto por nubes, vetas y tormentas. En general, el planeta es de color canela y marrón claro a causa de la presencia de cristales de amoniaco en las partes altas de la atmósfera.
Entre las cosas más llamativas de la atmósfera de Saturno está la peculiar meteorología. Los vientos de las capas altas alcanzan velocidades de 500 metros por segundo , (mientras que los huracanes terrestres más potentes se quedan en los 100 metros por segundo). En cuanto a las presiones, que convierten el gas en líquido, son tan potentes que aplastarían el casco de una nave.
En el polo Norte de Saturno puede verse algo realmente llamativo: una corriente atmosférica hexagonal , avistada por primera vez por la Voyager 1, y que tiene un diámetro de 30.000 kilómetros (el diámetro de la Tierra no llega a los 13.000). En su centro se sitúa una enorme tormenta con vientos de 322 kilómetros por hora.
Las lunas: mundos exóticos
Pero si Cassini ha estado 14 años explorando Saturno no es solo para aprender sobre este planeta. Como si se tratara de un sistemaa solar en miniatura, Saturno «abraza» con su gravedad a un total de 62 lunas (nueve de ellas están por confirmar). Todas y cada una de ellas son pequeños mundos con sus propias peculiaridades. Dos de ellas, por ejemplo, orbitan dentro de los anillos (en un lugar donde han conseguido despejar de partículas el espacio) y otras lunas comparten la órbita de alguna compañera (como si una estuviera persiguiendo a la otra).
Algunos de ellos, incluso, son potenciales hogares para la vida . Aunque las lunas están muy lejos del Sol y, por tanto, sus temperaturas son frías en superficie, la gravedad del enorme planeta y de sus pequeñas vecinas pueden caldear el interior de algunos de estos mundos hasta el punto de permitir la presencia de agua líquida.
La luna de Saturno más prometedora para la búsqueda de vida es Encélado . Sobre todo gracias a Cassini, la NASA confirmó la presencia de un océano subterráneo en la luna , detectó allí géiseres de hielo y agua y la posible presencia de fuentes de energía y nutrientes para potenciales seres vivos. Allí también hay evidencias de volcanes de hielo.
Titán es la mayor luna de Saturno y la segunda mayor del Sistema Solar (solo por detrás de Ganímedes ): su tamaño es superior al de Mercurio y ligeramente inferior al de Marte. Al igual que la Tierra, su atmósfera es muy rica en nitrógeno (en la Tierra la concentración de esta molécula es del 78 por ciento, y allí es del 95). Si la atmósfera de la Tierra mide unos 60 kilómetros de ancho, la de Titán llega a los 600. De hecho, Titán es la única luna del Sistema Solar con una atmósfera densa.
Pero lo más curioso de Titán es que es el único lugar del Sistema Solar, aparte de la Tierra, donde hay un ciclo «hídrico» con precipitaciones que luego fluyen por la superficie. Allí hay mares y hasta ríos de gas natural, compuestos por etano y metano líquidos.
Esta luna es además tan fría (su superficie ronda los 179 grados centígrados bajo cero) que el agua helada juega el papel de la roca y la lava en la Tierra: las lluvias de metano cavan ríos en el hielo y crean lagos en superficie . La «arena» resultante de la erosión está compuesta por granos oscuros de hidrocarburos. Los volcanes son de agua líquida en lugar de lava.
Las peculiares condiciones de Titán han llevado a algunos a considerar que podría albergar una vida alienígena extravagante .
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