El Curiosity puede estar justo encima de una misteriosa fuente de metano en Marte
Por primera vez, un equipo de investigadores cree haber descubierto en el planeta rojo uno de los puntos de origen de este gas, uno de los mejores indicadores para la presencia de vida.
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Iniciar sesiónUn equipo de investigadores del Instituto de Tecnología de California (Caltech), el Jet Propulsion Laboratory de la NASA (JPL) y la Universidad de Utah, podría haber encontrado en Marte la ubicación exacta de una fuente de metano , un gas que en la Tierra ... es producido por organismos vivientes y que los científicos llevaban años tratando de localizar. Lo mejor de todo es que el rover Curiosity, que lleva explorando el cráter Gale desde 2012, podría estar muy cerca de esa misteriosa fuente.
En un artículo recién aparecido en el servidor de prepublicaciones 'Research Square' y que aún debe ser revisado por pares, los investigadores escriben que "durante sus cinco años de operaciones, el Espectrómetro Láser Sintonizable (TLS) de Análisis de Muestras en Marte (SAM) a bordo del rover Curiosity ha detectado en el cráter Gale seis picos de metano que sobresalen con respecto a su abundancia de fondo. Y es probable que esos picos sean consecuencia de emisiones superficiales cercanas".
A pesar de ello, los científicos no habían conseguido localizar el lugar exacto del que todo ese metano procedía. Y eso es lo que los autores de este trabajo creen, precisamente, haber conseguido ahora.
Una fuente desconocida
Para localizar la fuente desconocida de metano, los investigadores dividieron las partículas detectadas en 'paquetes'. De este modo, y teniendo en cuenta la velocidad y la dirección del viento en el momento de su detección, el equipo pudo 'rebobinar' la historia de cada uno de esos paquetes hasta sus posibles puntos de emisión.
Al hacer lo mismo con cada uno de los seis picos detectados, los investigadores pudieron triangular las regiones donde es más probable que se encuentre la fuente del metano, y una de ellas se encuentra, casualmente, a solo unos pocos kilómetros del rover.
Los hallazgos, escriben los investigadores, "apuntan a una región de emisión activa al oeste y suroeste del rover Curiosity en el suelo del cráter noroeste. Puede haberse dado la coincidencia de que seleccionamos un sitio de aterrizaje para Curiosity que se encuentra junto a un punto activo de emisión de metano".
Aquí, en la Tierra, casi todo el gas metano de la atmósfera tiene un origen biológico y se debe bien a la descomposición de material orgánico, bien a la emisión directa de microorganismos y animales. En Marte podría estar ocurriendo lo mismo.
Ya en 2003 y 2004, el Centro Goddard de la NASA y el Mars Express Orbiter de la ESA (Agencia Espacial Europea) detectaron en la atmósfera marciana concentraciones estables de metano, lo cual constituye todo un misterio. De hecho, las condiciones que imperan en la atmósfera del planeta rojo hacen que el metano sea inestable y desaparezca en poco tiempo. Por lo tanto, la presencia continuada del gas implica que en la superficie del planeta debe haber una fuente que lo produzca continuamente. Durante años, los científicos han tratado sin éxito de localizar esa fuente, y de averiguar también si ese metano tiene realmente un origen biológico o si es fruto de procesos geoquímicos que no implican la presencia de vida.
¿Indicador de vida?
Sin embargo, e incluso si el metano de Marte se produjera por medio de procesos no biológicos, podría apuntar a una actividad geológica estrechamente relacionada con la presencia de agua líquida, un ingrediente esencial para la existencia de vida tal y como la conocemos.
Curiosity detectó las firmas del metano a través de un instrumento llamado Espectrómetro Láser Sintonizable, que es capaz de "oler" trazas del gas de menos de 1,5 partes por cada mil millones, lo que aproximadamente equivale a un pellizco de sal en una piscina olímpica.
Los anteriores intentos de cotejar los picos de metano detectados por Curiosity con los niveles atmosféricos del gas registrados por la NASA y la ESA habían fracasado. Lo cual podría significar una de dos cosas: o bien existe en la atmósfera marciana una cantidad de metano que las sondas no pudieron detectar: o bien ese metano atmosférico 'extra' no existe y Curiosity se encuentra justo encima de una fuente local.
De cualquier forma, la vida útil del metano apenas supera los 300 años, pasados los cuales sus moléculas se destruyen a causa de la radiación solar. Por lo tanto, su presencia en Marte implica que, sea cual sea su origen, lo que en el pasado producía metano lo sigue haciendo en la actualidad. Ahora, los científicos tienen por delante la tarea de averiguar si detrás de todo ese metano hay, o no, organismos vivientes.
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