Más de doscientos investigadores piden estabilidad laboral al Gobierno

Uno de los incentivos que ofrece la iniciativa es la estabilización laboral al término del contrato, en el centro donde cada investigador haya desarrollado su actividad.

Sin embargo, según ha informado la Asociación Nacional de Investigadores Ramón y Cajal, en los últimos años este propósito ha «fallado con estrépito» y su futuro está «lleno de incertidumbre».

Así, los contratados a partir de 2003 y hasta 2006 -que en 2011 acaban de terminar su contrato-, han venido sufriendo una reducción progresiva en el porcentaje de estabilización hasta llegar al 37%.

Las cifras correspondientes al periodo 2003-2006 y que han sido recopiladas en febrero del 2011, son las siguientes: 2003, 85% de investigadores estabilizados; 2004, 77.4%; 2005, 54.1%; y 2006, 37.1%.

Los investigadores quieren dar a conocer a la opinión pública el «serio problema actual» de su futuro y la «posible pérdida de este capital humano altamente cualificado» para España, y plantear al Gobierno la búsqueda de una solución «razonable y a la vez viable».

«En un momento en el que España se plantea modificar su modelo productivo hacia una sociedad del conocimiento, el país no está reteniendo un valioso capital humano en materia de investigación y capacidad de innovación», agregan en una nota de prensa.

Para estos fines, consideran «indispensable y urgente» incluir en la próxima oferta de empleo público un número de contratos indefinidos o plazas de funcionario suficiente, para que todos los investigadores Ramón y Cajal que han acabado recientemente su contrato o que lo hagan durante 2012, tengan la oportunidad de opositar.

Hace unos días, Emilio Lora-Tamayo, el presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, dijo a ABC: «Intentaré que la política de restricciones no afecte a nuestro personal, que es nuestro principal activo. Podemos pasar una temporada sin hacer grandes operaciones, sin renovar equipos y hacer buena ciencia. Lo difícil será sobrevivir sin el personal científico que tenemos». Y, a la pregunta sobre si mantener la plantilla era hoy la principal urgencia, contestó: «Sí, hablo de la capacidad de contratación. Acudimos a la convocatoria Ramón y Cajal y contamos también con nuestro programa de contratación de doctores, de introducción a la investigación, de técnicos… Son programas que demandan recursos y me gustaría pensar que no van a sufrir recortes, pero no lo puedo garantizar ».