Barcelona rehabilitará y abrirá al público los Pabellones Güell de Gaudí

Un hito patrimonial que el arquitecto barcelonés construyó entre 1884 y 1887 en la Finca Güell del barrio de Pedralbes y que el Ayuntamiento de Barcelona quiere convertir en nuevo foco de atracción turística con una inversión de 900.000 euros. De este modo, los dos pabellones que Gaudí ideó como caballerizas y residencia del portero a la entrada de la finca de Eusebi Güell y en los que utilizó por primera vez cerámica y «trencadís» en el revestimiento, se englobarán en el Jardín Gaudí, un proyecto de adecuación del entorno que el consistorio espera tener listo en 2014. Antes de eso, a finales de este año, empezarán las obras de rehabilitación del espacio que hasta 2010 acogió la Real Cátedra Gaudí de la Universidad Polítécnica de Barcelona y que se prevé se alarguen hasta 2016.

El proyecto de restauración contempla la recuperación integral de la arquitectura original de Gaudí así como la regeneración del jardín mediterráneo inspirado en «L’Atlàntida» de Jacint Verdaguer, la sustitución de los muros perimetrales y las dos puertas de la antigua finca.

«Nos gusta el turismo que ama la cultura y el arte, el que quiere conocer el modernismo de la ciudad», subrayó ayer el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, durante la firma de un convenio por el que la Universidad de Barcelona (UB), propietaria de los terrenos desde 1956, cede a la ciudad el uso del espacio durante diez años. A cambio, la UB recibirá 100.000 euros anuales en concepto de compensación económica, y los Pabellones Güell pasarán de acoger visitas guiadas concertadas durante el fin de semana a desarrollar un completo sistema de usos turísticos cuyos ingresos estarán destinados a financiar la restauración. Como ocurre con el Parque Güell, el consistorio también prevé «una solución» que garantice la gratuidad para los vecinos.

Uno de los elementos más distintivos de los pabellones es la gigantesca puerta de cinco metros de ancho en la que Gaudí trazó un dragón alado encadenado al hierro fundido y que brinda el acceso a las caballerizas, a la residencia del portero y al vistoso imaginario del arquitecto catalán.