¿Sirven para algo los suplementos de apoyo a la memoria?

Bien porque estamos pasando una mala racha o porque la edad no perdona, los suplementos ganan adeptos cada día. ¿Me noto cansada? Hay una suplementación para ello. ¿Tengo estreñimiento? Seguro que hay algún bote que pueda ayudarme. ¿Noto falta de memoria? También existen unas pastillas para ello. Y hoy en día este caso es uno de lo más repetidos. Nos venden por todas partes suplementación para no tener memoria de pez pero, ¿nos ayudan realmente?

Pasando por alto si dichas pastillas tienen algún tipo de efectividad, teniendo en cuenta además que hay que consumirlas siempre y cuando un experto las ha recomendado, la dietista-nutricionista María Sanchidrián pone el foco en tener en cuenta otras cuestiones: «Si buscamos 'suplementos para la memoria' encontramos productos de composición muy dispar: desde minerales, vitaminas, a combinación de vitaminas o minerales con extractos de plantas y compuestos químicos específicos. ¿Mejoran algunos suplementos la memoria? Por efecto placebo, seguro que sí. Si crees que vas a tener más memoria, la tendrás, al menos en parte, pero lo importante a la hora de pensar en un suplemento para la memoria es tener en cuenta las siguientes cuestiones».

Según la experta en nutrición, esto es todo lo que hay que pensar antes de iniciarse en la suplementación, en este caso de la memoria.

1. Los suplementos nutricionales (vitaminas y minerales) no son inocuos , es decir, pueden ejercer daño en personas y condiciones particulares. Es por eso que siempre hay que valorar el balance riesgo o beneficio.

2. Los extractos de plantas y compuestos fitoquímicos naturales tienen efecto farmacológico , y también efectos adversos: «Que sea natural no quiere decir que sea inofensivo ni que sea cierto eso de 'daño no hará'. De nuevo, hay que valorar el beneficio que se obtiene comparado con el posible riesgo, incluida la interacción con medicamentos». Tal como indica, entre los ingredientes presentes en productos para la memoria se encuentra el 5-HTP, precursor de la serotonina, que puede tener efectos secundarios graves y que «interacciona directamente con los antidepresivos».

3. Las recomendaciones deben ser personalizadas . «Muchos estudios indican que los suplementos nutricionales no mejoran la salud y es principalmente porque no son suplementos dirigidos a cubrir un déficit o una necesidad de cada individuo. Cuando sí cubrimos una deficiencia, mejoramos la salud del paciente, y eso lo vemos los profesionales en la consulta.

4. El estilo de vida . Tu profesional sanitario debe preguntarte por tus hábitos de vida antes de recetarte o recomendarte cualquier compuesto químico, ya sea sintético o natural. La gran mayoría de las veces el problema nace de un mal hábito. Por ejemplo:

- Alimentación : «Antes de suplementarte, intenta obtener tus nutrientes a partir de los alimentos. Por otro lado, una alimentación rica en azúcares simples te dará subidas y bajadas bruscas de glucosa en sangre, por lo que perderás concentración. Además, la mala alimentación, rica en productos ultraprocesados, perjudica al intestino y a su vez al cerebro y a la memoria», alerta María Sanchidrián.

- Falta de sueño : si te falla la memoria, es posible que sea porque no duermes bien o porque no duermes lo suficiente. La regeneración celular ocurre durante el sueño; no te la pierdas.

- Estrés : dice la nutricionista que produce una neuroinflamación que lleva a la llamada «niebla mental» por afectar al hipocampo (memoria y aprendizaje) entre otras áreas del cerebro, reduciendo la neuroplasticidad, produciendo desmotivación, irritabilidad, fatiga, etc. La mala alimentación antes mencionada también participa en este proceso.

- Sedentarismo : «Simplificándolo mucho, el cerebro necesita irrigación sanguínea. Cuando nos movemos activamos el cerebro y aumentamos su circulación. Un dato interesante es que uno de los hábitos que más previene la enfermedad de Alzheimer es bailar, porque combina la actividad física con el ritmo, estimulando el cerebro», dice.

«Las causas son diversas, y viviendo en este mundo acelerado que no respeta los ritmos naturales que traemos en nuestros genes, lo más probable es que no te hayas librado de estas causas y que la raíz de tu falta de memoria esté ahí: en tus hábitos de vida. Y eso no se puede arreglar con un suplemento», concluye María Sanchidrián.