El exceso, hasta de lo bueno, es un enemigo del sistema inmunitario
La doctora África González señala en su libro 'Inmuno Power' que el equilibrio es la clave para ser fuertes ante los distintos patógenos
Dra. África González
No solo las drogas, el alcohol o el tabaco dañan nuestro organismo, sino que otros hábitos que pensamos que son sanos pueden dejar de serlo si abusamos de ellos. Debemos tener una dieta variada y no pasarnos haciendo ejercicio; hay que tener un equilibrio. Por ... ello, África González , doctora en Medicina y Cirugía por la Universidad de Alcalá y catedrática de Inmunología de la Universidad de Vigo, comparte en su libro ' Inmuno Power ' los secretos para conocer y fortalecer nuestro sistema inmunitario a través de rutinas saludables.
En su libro explica el funcionamiento del sistema inmunitario a través de un castillo.
El castillo sería nuestro organismo, que tiene puertas, ventanas... por donde pueden entrar los patógenos. En el castillo hay toda una serie de centinelas que ya están preparados para actuar, esto sería el sistema inmunitario innato. Si han entrado pocos patógenos y no son muy virulentos, el sistema inmunitario innato es suficiente. Si estos centinelas no pueden solos, tienen que informar a otros soldados de élite que tardan más en llegar: los linfocitos. Cuando arriban, hay que enseñarles la foto del enemigo, a quién hay que eliminar. Una vez que estos soldados de élite se ponen en marcha, se genera memoria inmunitaria y se resuelve la infección. Esto es lo que se pretende con las vacunas, engañar al sistema inmunitario con elementos que se parecen al patógeno pero que no producen la enfermedad, para así generar esa memoria inmutaria. De forma que cuando llegue el verdadero patógeno, actuemos de manera muy rápida para eliminarlo.
¿Qué aspectos afectan al sistema inmunitario?
Hay algunos que no podemos cambiar: la edad, pues el sistema inmunitario es inmaduro en los niños pequeños, muy potente en la etapa de la pubertad y el adulto y, en torno a los 65 años, se produce lo que se conoce como inmunosenescencia, que es un deterioro del sistema inmunitario; el sexo; la genética; la historia de infecciones y enfermedades que hemos tenido; si estamos tomando determinados fármacos...
¿Qué consejos daría usted para que permanezca en buen estado?
Manteniendo un cuerpo sano, tendremos también nuestro sistema inmunitario sano. Los elementos más importantes son la nutrición, que sea variada y equilibrada, con vitaminas y oligoelementos; tener los niveles de vitamina D adecuados; ejercicio moderado, pues tan malo es hacer deporte excesivo como no hacer nada; dormir las horas adecuadas, porque la melatonina es muy importante para el sistema inmunitario; y tener las vacunaciones correspondientes. Hay que evitar excesos, drogas, alcohol, tabaco, estrés... Todo esto nos va a ayudar a estar mejor protegidos frente a posibles patógenos.
«Tenemos una enorme variedad de alimentos que son muy saludables en su cantidad precisa», África González
¿Cómo luchar contra algunos agentes externos?
Podemos evitar el contacto con patógenos con el uso de mascarillas, ventilar las habitaciones, evitar aglomeraciones... para intentar esquivar la trasmisión del patógeno si es de tipo respiratorio. Otros serían tener el agua tratada y un control alimentario, para sortear enfermedades como la salmorelosis o la listeria que antes afectaban de forma muy grave.
¿Tienen alguna relación los ultraprocesados con el sistema inmunitario?
El problema de los ultraprocesados es que no solemos conocer determinados excipientes que se les añaden y también, en muchos casos, se pierden componentes nutricionales precisamente por el efecto de ese procesamiento. Debemos de hacer una dieta mediterránea, con muchas verduras, frutas... Tenemos una enorme variedad de alimentos que son muy saludables en su cantidad precisa. Por otro lado, hay que adaptar esa alimentación a la edad de las personas y sus necesidades: no es lo mismo un joven que necesita una gran cantidad de calorías porque tiene mucha actividad física, que un mayor, donde habitualmente se reduce la cantidad de ingesta por una menor movilidad.
«Hay cánceres que conocemos su origen y sí que podemos prevenirlos», África González
Si desde pequeños estamos expuestos a la naturaleza y animales, ¿nos hacemos más inmunes?
Toda exposición a distintos patógenos hará que tengamos memoria frente a ellos. Se ha dicho que niños de entornos rurales tienen menos alergias que los de zonas urbanas. No está muy claro. Se ha hablado de distintas teorías, como la de la higiene, que defiende que si no activas adecuadamente el sistema inmunitario, haces una hiperrespuesta frente a cosas que no son patógenos, como el polen, la caspa de animales o los propios alimentos. Hay otras hipótesis que dicen que la exposición a parásitos induciría a una respuesta de tolerancia. Otras personas piensan que es la contaminación atmosférica, que rodea el polen y esto hace que tengamos más alergia al polen, por ejemplo. Además, los alimentos procesados, que tienen excipientes que no están en la naturaleza, hacen que pueda haber un mayor número de alergias.
¿Se puede prevenir el cáncer?
Hay cánceres que conocemos su origen y sí que podemos prevenirlos. Por ejemplo, el de hígado está relacionado con el virus de la hepatitis B: podemos vacunarnos frente a ello. Igual con el papiloma, que produce el cáncer de útero. Esta es una forma de adelantarse al desarrollo de un cáncer, impidiendo el avance de la infección y como consecuencia el progreso del mismo. En otros casos, se trata de evitar agentes que sabemos que lo inducen. La exposición excesiva al sol está asociada con cánceres de piel, por ello, hay que utilizar protectores solares, no ir a la playa en horas peligrosas de sol, etc. El tabaco no solo produce cáncer de pulmón, sino de lengua, garganta, estómago, vejiga... tenemos que evitar su consumo. Lo mismo con el alcohol, determinados productos que son calcinogénicos y pinturas o agentes tóxicos sin las medidas de protección adecuadas.