Congrio

Este pez, que se encuentra en aguas mediterráneas y atlánticas, es muy fuerte a pesar de carecer de aletas ventrales, así como de escamas. El congrio tiene una gran boca delimitada por los ojos, que también son grandes. En resumen, todo es grande en este pez.

Las hembras suelen tener mayor tamaño que los machos. De hecho, estas pueden llegar a alcanzar los tres metros de longitud mientras que en los machos el máximo es un metro y medio. La medida mínima para poder capturar los congrios es de 58 centímetros. El peso de este pescado oscila entre los 5 y los 15 kg.

El congrio es un animal nocturno. Durante el día suele permanecer escondido entre grietas y piedras, con lo que es fácil encontrarlo en fondos arenosos o también entre los restos de naufragios donde puede guarecerse. Por la noche es cuando sale a cazar. Los congrios son depredadores puros que se alimentan de cefalópodos y pequeños crustáceos. Suelen vivir a unos 30 metros de profundidad.

Como ya hemos dicho, las hembras son de mayor tamaño que los machos y esto tiene una explicación: los óvulos representan un tercio del peso de la hembra antes de la puesta. Tras la fecundación, el aparato digestivo de las hembras se atrofia y deja de alimentarse, pero antes de morir, la hembra del congrio viaja a mar abierto y desova, hasta unos ocho millones de huevos a unos 1.000 metros de profundidad. Una vez hecho esto, muere de hambre.

Las larvas permanecen en alta mar 1 o 2 años entre los 100 y 200 metros de profundidad. Cuando alcanzan los 15 cm de longitud es cuando los congrios se acercan a las costas.

La reproducción del congrio tiene lugar en verano. El congrio está de temporada en los meses de primavera y otoño . Aunque se encuentra en aguas del Atlántico, es un pescado mucho más capturado en el Mediterráneo.

La pesca del congrio es una de las que más admiración levanta entre los practicantes de la pesca submarina. Su captura se convierte en todo un reto, tanto por el tamaño del animal, como por la resistencia que opone.

El primer desafío para pescar el congrio es encontrarlo, ya que suele vivir a diferentes profundidades entre grietas y rocas. Una pista para los submarinistas es ver por la zona quisquillas y bogavantes, pues este pez suele compartir ubicación con estas especies. De hecho, con el bogavante tienen una relación simbiótica, porque el crustáceo limpia los restos de comida del otro en la grieta que comparten.

Para capturar un congrio se utiliza la técnica del arpón , algo que tampoco es sencillo, porque una vez arponeado el animal hay que sacarlo de la cueva en la que está escondido y presenta mucha resistencia.

El congrio impone respeto por su tamaño y envergadura, lo que le convierte en un animal con mucha fortaleza y resistencia. Además, su forma, similar a la de una serpiente, le permite formar rosca sobre el arpón y meter en medio brazos y manos. Esto puede llevar más de un susto a los pescadores submarinos.

Además, el congrio posee una gran boca y no duda en utilizarla si lo cree necesario (hay que tener en cuenta siempre que es un animal depredador). Aunque su mordedura no es venenosa, sí es muy dolorosa e incluso puede llegar a ser peligrosa, porque es capaz de arrancar trozos de carne mediante giros longitudinales y repetidos de su cuerpo.

La porción comestible del pescado es de un 75 por ciento de 100 gramos de producto fresco. Este pescado destaca sobre todo por su alto contenido en vitamina A (tan importante para el antienvejecimiento). Pero tiene otras muchas propiedades: es un pescado semigraso (3 gramos de grasa por cada 100 gramos de porción comestible) que posee un alto contenido de proteínas de gran valor biológico.

El congrio aporta diferentes vitaminas, además de la A, destacan la niacina, riboflavina, tiamina (importante para el metabolismo de los hidratos de carbono), vitaminas B6, B12, D y E.

En cuanto a los minerales este pescado es fuente de fósforo, potasio, zinc y selenio.

El congrio es un pescado muy valorado en cocina. El no tener escamas y una espina muy limpia, hace que sea muy fácil de manipular .

Es un pescado que pega con muchos alimentos, así que suele usarse en recetas de lo más variadas: con almejas, guisantes, patatas o una paella de marisco y congrio. La cabeza y la cola del congrio son muy sabrosas para elaborar caldos y sopas de pescado.