El «hotel fantasma» de Corea del Norte abrirá sus puertas 25 años después

El Ryugyong se empezó a construir allá por 1987, cuando el «Gran Líder» Kim Il-sung aún se mantenía en el cargo que ocupó por primera vez en 1948. La gran obra que estaba destinada a ser el techo de Pyongyang iba a ser inaugurada dos años más tarde, en 1989 . Sin embargo, su gran crisis económica de 1991, coincidiendo con el fin de la URSS, provocó que la construcción del edificio se detuviera.

Las obras no se retomaron hasta 2008. Durante ese lapso de 17 años, la gran pirámide de vidrio se convirtió en una gigantesca losa de hormigón cuya sombra solo provocaba la vergüenza de las élites dirigentes norcoreanas. Fueron 17 años en los que el edificio estuvo abandonado y desahuciado, como un monstruo gigante en medio de la poblada Pyongyang.

El asunto no se solucionó hasta hace cuatro años, cuando una empresa egipcia de telecomunicaciones – Orascom, que opera en Corea del Norte – decidió invertir su capital para sacar adelante el edificio . Ahora por fin parece que a finales de 2012 o a principios del próximo año podrá ser inaugurado.

El proyecto inicial contaba con la construcción de 3,000 habitaciones, 7 restaurantes giratorios, así como casinos y clubs nocturnos , según informa la página oficial del edificio. Los planes presentes no son tan ambiciosos. Habrá muchas menos habitaciones y ningún restaurante de ese tipo.

Lo que si que habrá serán antenas de telecomunicaciones, algo importante para la compañía que aporta el dinero. Desde Corea del Sur estiman que el hotel habrá costado unos 2.000 millones , de los cuales la mayoría se habrán gastado en hacer seguro la construcción 17 años después.

Y es que la calidad del edificio, empezado a construir en 1987, era francamente baja. En aquel momento los materiales de construcción escaseaban, y se utilizaron productos de baja calidad . Tanto es así que en 2008 la revista «Esquire» lo declaró como «El peor edificio de la historia de la humanidad».

Ahora, tantos años después, el que hubo de ser el orgullo del «Gran Líder» y que acabó convirtiéndose en la vergüenza del aparato comunista , será restaurado gracias al apoyo del capital extranjero. Eso sí, la propaganda sigue funcionando y se tratará de inaugurar coincidiendo con el aniversario del nacimiento de Kim Il-sung.