Viaje a la auténtica 'Ciudad Prohibida'

Si usted tiene la nacionalidad surcoerana o ejerce el periodismo lo va a tener tremendamente complicado para acceder a Corea del Norte. Tan sólo los chinos pueden disfrutar del privilegio de visitar alguna de las ciudades fronterizas sin el permiso expreso del gobierno, que en cualquier caso anuncia "estrictas regulaciones que no son negociables". Los escogidos turistas siempre deben estar acompañados por guías autóctonos y no se pueden tomar fotos en según qué lugares. Del teléfono móvil hay que olvidarse porque lo requisan. Las visitas casi siempre se circunscriben a los monumentos estalinistas de Piongyang, por lo que es casi imposible conocer la auténtica realidad de un país que, por cierto, posee la bomba atómica. Nada de paisajes de pobreza o entornos militares. Con mucha suerte se podrán conocer algunos otros puntos, como Nampo, las montañas Kuwol, Kaesong, Panmunjom, Myohyangsan, Wonsan o el lago Sijung.

En la capital destacan el arco del triunfo y la enorme torre Juche. El Hotel Ryugyong, con sus 330 metros, es el edificio más conocido. Por cierto que si posteriormente al viaje quieres contar tu experiencia en un blog personal, antes hay que pedir permiso.