«Me insultan pero nadie me escucha. ¿Qué tengo que hacer para que alguien me oiga?»
Alarma en Estados Unidos por el elevado número de casos de bullying homofóbico en las aulas. En España, ocho de cada diez no informan a sus familias del acoso que sufren
JAVIER ESCARTÍN
«Siempre digo que me están acosando, pero nadie me escucha. ¿Qué tengo que hacer para que la gente me oiga?». Sólo tres días antes de quitarse la vida, Jamey Rodemeyer , un adolescente de catorce años de un pueblo al oeste de Nueva ... York, vuelve a denunciar a través de la red el acoso que sufre en la escuela por parte de sus compañeros por su homosexualidad. El joven acaba de recordar la celebración de la Semana Nacional para la Prevención del Suicidio a través de su blog, y manifiesta sentirse «destrozado» por los insultos homófobos que recibe en el instituto. Además, su desesperación aumenta cuando comienzan a llegarle vía internet comentarios deseando su muerte. «Jamey es estúpido, gay, gordo y feo. ¡Debe morir!». Otro mensaje reza: «No me importaría que murieras. A nadie le importaría . Así que hazlo y punto. ¡Todos serían mucho más felices!» La noche del 18 de septiembre de 2011, domingo, Jamey no puede más y enciende por última vez su ordenador para escribirle un mensaje a través de twitter a Lady Gaga , su cantante favorita. «Adiós mamá monstruo, gracias por todo lo que has hecho».
Uno de los mensajes que recibía James: «A nadie le importaría que te murieras»
El caso de Jamey Rodemeyer conmocionó a todo Estados Unidos, pero no es el único. En los últimos años, las cifras de adolescentes y jóvenes homosexuales que han acabado con su vida por el bullying que sufrían en los centros escolares se ha disparado significativamente. De hecho, una reciente encuesta realizada por Human Rights Campaign (HRC) a más de 10.000 adolescentes homosexuales nortamericanos revela que un 51% de ellos han sido verbalmente acosados por compañeros. Además, un 17% confiesa haber sufrido también agresiones físicas.
En España, el acoso escolar hacia jóvenes homosexuales no es mucho menor. El 43% que respondieron a una encuesta online de COGAM (Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid), revelaron que en alguna ocasión se han planteado la idea del suicidio. Además, en el 82% de los casos el acosado no informó a su propia familia de lo que sucedía. La mayoría de veces, la agresión proviene de compañeros varones, pero también se dan casos en los que los profesores son los acosadores . «En nuestro país, la homofobia campa a sus anchas en la educación secundaria y primaria. Está generalizada e invisibilizada en la mayor parte de los centros escolares», asegura José Joaquín Alvarez de la Roza , profesor del instituto público «Duque de Rivas». «Esta lacra provoca fracaso escolar, baja autoestima, conductas autodestructivas y otros daños psicológicos en las víctimas, condicionando negativamente y durante muchos años, su desarrollo psicosocial y afectivo». Por este motivo, José Joaquín puso en marcha hace sies años tutorías de Atención a la Diversidad Afectivo Sexual . «Esta iniciativa surgió para dar respuesta a la demanda invisibilizada de un 10% de nuestros estudiantes que no se sienten reconocidos en la orientación sexual dominante y que carecen habitualmente de herramientas para entender y aceptar su condición sexual. Desde sus inicios, han sido contadas las reticencias mostradas hacia este proyecto educacional. Hoy está plenamente integrado en la vida del centro»
En el 82% de los casos el acosado no informa a su propia familia
De manera presencial, y también a través de correos electrónicos, contesta a todas las peticiones de ayuda y asesoría que llegan de todo el mundo. «En todos ellos hay un común denominador que indentifica el sentimiento de soledad y de confusión sentimental por el que pasan muchos adolescentes». Pero, ¿qué tiene que hacer un joven que se siente acosado por sus compañeros de escuela? «En primer término, puede informar al tutor del curso o a algún profesor con el que tenga plena confianza. También puede trasladar la queja al Departamento de Orientación o a la Jefatura de Estudios. En último término, si observara desidia o desentendimiento por parte del centro escolar, puede solicitar asesoramiento profesional llamando al teléfono del Defensor del Menor de su Comunidad Autónoma», recomienda el profesor.
«Miradme a mí, mejorará»
Días después de conocer el suceso de Jamey Rodemeyer, la cantante Lady Gaga llevó hasta la Casa Blanca su lucha contra el bullying homofóbico. Allí fue recibida por altos funcionarios de la administración, entre ellos la consejera presidencial Valerie Jarrett , que coincidió en la necesidad de trabajar más intensamente en este campo y le expresó la voluntad de la administración de colaborar con «Born This Way» , la fundación que la cantante abrió a raíz de la muerte de James. «El secuestro emocional, la intimidación, el aislamiento y el acoso atroz que habitualmente sufren estos adolescentes fácilmente pueden derivar en la indefensión de sus víctimas y dañar su existencia irremediablemente», sentencia José Joaquín, que también reclama un mayor apoyo de las instituciones. Pocos días antes de morir, Jamey Rodemeyer colgó un vídeo en internet donde intentaba dar consejo a adolescentes que, como él, sufrían en su propia piel el bullying homofóbico. «Todo lo que tenéis que hacer es mantener la cabeza alta. Mantén la cabeza alta y llegarás lejos. Sólo ámate y estarás preparado. Todo mejorará. Miradme a mí. Mejorará».
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