20 momentos de oro de los Juegos de Londres 2012

El recuento final de Michael Phelps lo dice todo: 18 medallas de oro y 22 en total. Superó en Londres a la gimnasta rusa Larisa Latynina. El mundo de la natación ha perdido a un titán de la piscina.

El hombre más rápido del mundo y sus compañeros del equipo de relevos de Jamaica protagonizaron tres de los momentos perdurables de los Juegos. Bolt abrió su proeza con un récord olímpico en la final de los 100.

La leyenda de Bolt se agrandó días más tarde en la final del 200 para convertirse en el primer hombre de toda la historia en retener los títulos olímpicos en las dos disciplinas más rápidas del atletismo. En esa final del 200 Bolt cruzó la meta llevándose un dedo a los labios para acallar las dudas sobre su rendimiento y, de paso, demostrar al pretendiente Yohan Blake que sigue siendo el mejor.

Para terminar, un récord del mundo. El relevo de Jamaica consiguió la mejor marca de toda la historia en la final del 4x100 masculino y Bolt se llevó su tercer oro de Londres 2012.

De las lágrimas de la derrota a una sonrisa imborrable. Andy Murray protagonizó uno de los momentos para Gran Bretaña al ganar en Wimbledon la final individual de tenis a Roger Federer , actual número uno y su verdugo en la lucha por el Grand Slam disputado unas semanas antes sobre la hierba del All England Club.

El recuerdo de el escocés saltando entre la multitud para celebrar con sus amigos y familiares permanecerán por mucho tiempo en el imaginario británico, igual que la victoria de Rafa Nadal en Pekín 2008. También quedará para la historia la imagen de Federer con la medalla de plata en los que podrían ser sus últimos Juegos.

Hasta Bolt se rindió a hacer el «Mobot» tras la victoria de Mo Farah en el 5.000. Nacido en Mogadiscio (Somalia) pero con orgullo británico, la proeza de Farah fue aclamada como la más grande en la historia del atletismo británico al ganar la primera medalla de oro en una disciplina de larga distancia y además doblar al 10.000 para imponerse también en esa prueba.

Las medallas quedarán unidas para siempre con el rugido estremecedor del estadio olímpico y la imagen del propio Farah, con la bandera británica sobre los hombros y abrazando a su hija después de entrar en laleyenda de Londres 2012.

El último día de los Juegos escondía una guinda con la final del baloncesto masculino. La tercera final del siglo para España estuvo a punto de convertirse en oro gracias a un equipo de ensueño capaz de pelear hasta el último minuto contra los mejores del mundo.

El nuevo «Dream Team», empeñado en compararse al de Jordan y compañía, tuvo que emplearse a fondo con Kevin Durant, LeBron James y Kobe Bryant a su mejor nivel para derrotar por solo siete puntos a la selección española.

Los Juegos de Londres 2012 pasarán a la historia como los primeros en los que todos los países contaron con participación femenina. La judoca Wojdan Ali Seraj Abdulrahim Shaherkani , una adolescente tímida, sin experiencia internacional y con un traje mal cortado, pasó a la historia como la primera olímpica de Arabia Saudí. Su valiente debut duró solo 80 segundos, pero se llevó el reconocimiento sincero de todo el público.

Después de años de lucha para la inclusión olímpica, las boxeadoras pudieron por fin competir en Londres 2012. La primera en ganar el oro fue la británica Nicola Adams , que tuvo que ganarse la vida como extra en programas de televisión antes de que el COI decidiese incluir al boxeo femenino en el programa olímpico.

Adams se ganó el cariño del público británico por su sencillez, hasta el punto de celebrar su medalla de oro con una cena con sus familiares y amigos en en Nando's, una popular cadena de restaurantes especializada en la carne de pollo, la debilidad de la púgil de oro. El otro momento del boxeo femenino llegó con la victoria de Katie Taylor en peso ligero con una grada entregada a la irlandesa.

David Rudisha fue reconocido como uno de los atletas de los Juegos por Sebastian Coe, presidente del Comité Organizador. «Estoy muy orgulloso de él, mostró una gran confianza tanto física como mental. No he visto ninguna carrera de 800 mejor que la final», apunto Coe sobre el atleta keniano, que ganó el oro y rebajó su propio récord del mundo.

A nadie se le olvidará la carrera del joven atleta de 23 años, que dio dos vueltas a la pista en 40.91 segundos. Un espectáculo deslumbrante, increíble de fuerza.

El presidente Barack Obama quiere reunirse con ella, Oprah Winfrey lloró de felicidad y su apellido es un anagrama de «EE.UU. de Oro». Estados Unidos al completo se enamoró de la gimnasta Gabby Douglas , la «Ardilla Voladora», que se convirtió en la primera afroamericana en ganar un título olímpico en el concurso completo de gimnasia artística.

El estadio olímpico vivió otro momento memorable con James, que ganó el oro en la final del 400 para dar a Granada su primera medalla olímpica. En la misma disciplina quedará para el recuerdo el momento que protagonizó junto a «Blade Runner» Oscar Pistorius en una de las semifinales.

El que sería a la postre campeón quiso intercambiar su dorsal con el primer atleta amputado en competir en unos Juegos con prótesis en ambas piernas. «Es una insipiración para todos nosotros» , explicó James. «Es un honor competir contra él. Se necesita mucho coraje para ser como él. Es una gran persona y es hora de que le veamos simplemente así», sentenció.

Mahadou Djibo Issaka fue uno de esos héroes improbables que se ganó la ovación del público. Sucedió en el campo de regatas al descubrir que el remero de Níger era incapaz de conducir su barca en línea recta . Unos 20.000 espectadores se pusieron de pie para animarlo a llegar hasta la meta. «No tengo ninguna técnica», explicó a los periodistas. «He estado aprendiendo sólo tres meses», dijo.

Después de 1 hora 59 minutos y 48 segundos de natación, ciclismo y carrera al límite, la suiza Nicola Spirig y la sueca Lisa Norden cruzaron la línea de meta al unísono. Hubo que recurrir a la foto-finish para decidir el oro.

Otra de las imágenes llegó en la carrera disciplina, dominada por los hermanos Brownlee. Alistair se llevó el oro y estrechó la mano del español Javier Gómez Noya, medalla de plata, cuando ambos se desplomaron en el suelo tras cruzar la meta.

Siete adolescentes, en consonancia con el lema de los Juegos «inspirar a una generación», encendieron más de 200 pétalos de cobre que luego se levantaron para formar una especie de flor convertida en pebetero.

Fue un final dramático para una celebración de la historia musical y de la cultura británica que también protagonizó, a sus 86 años de edad, la reina Isabel en su primer papel como actriz junto a James Bond, el actor Daniel Craig.

El canal de Eton elevó a David Cal a la leyenda del olimpismo español. El palista gallego conquistó allí la plata en la modalidad de C1 1.000 metros , sumando cinco medallas en su historial para superar a Joan Llaneras y Arantxa Sánchez Vicario como deportista español con más preseas en los Juegos.

«No siento que haya hecho historia. Supongo que con el tiempo ya me iré dando cuenta. Ahora sólo estoy disfrutando del momento», dijo Cal tras conquistar su medalla. Su leyenda podría engrandecerse dentro de cuatro años en Río de Janeiro 2016.

Por primera vez España acudía a unos Juegos Olímpicos con más representación femenina. Y las chicas cumplieron a lo grande sumando 11 de las 17 medallas que consiguió la delegación española.

Estrenó el medallero Mireia Belmonte , que ganó dos medallas. Marina Alabau consiguió que el himno español sonase por primera vez en Londres 2012. Y las chicas de la clase elliot demostraron que la vela es un valor seguro para las medallas. Como la natación sincronizada, que dio otros dos metales.

Los equipos femeninos también despuntaron en Londres. Las chicas de Miki Oca brillaron en waterpolo y solo cayeron en la final ante Estados Unidos, mientras que las «guerreras» del balonmano se llevaron el bronce. A la fiesta también se apuntaron Maider Unda, Maialen Chourraut y Brigitte Yagüe.

La nadadora china de 16 años de edad, Shiwen Ye, ganó dos medallas de oro en Londres. Su aplastamiento en los 400 metros estilos pasará la historia por su récord mundial, que rebajó en cinco segundos su mejor marca personal anterior.

La actuación de Ye despertó dudas entre los rivales e, incluso, un entrenador estadounidense sugirió que podría deberse al uso de sustancias prohibidas, lo que desató una tormenta de fuego en China, donde muchos vieron las acusaciones como sesgadas y racistas.

Una gran multitud se agolpó en las calles del centro de Londres para ver a Stephen Kiprotich, antiguo corredor de obstáculos, arruinar la fiesta keniana en el maratón olímpico al proclamarse campeón con un ataque a cinco kilómetros de la meta que dejó sin respuesta a Wilson Kiprotich y Abel Kirui.

El ugandés logró la primera medalla de oro para su país desde que John Akii-Bua ganase 40 años atrás en los 400 metros vallas y tuvo su momento de gloria en la emotiva ceremonia de entrega de medallas, reservada para la ceremonia de clausura con el estadio abarrotado y miles de atletas olímpicos como testigos.

El arquero surcoreano Im Dong-Hyun, que distingue la diana por los colores, batió el récord del mundo en la ronda clasificatoria de la prueba individual masculina de tiro con arco. Im tiene sólo un 10% de visión, sin embargo, no usa ni bastón ni perro lazarillo y distingue la diana por los colores. Su ojo izquierdo tiene una visión de 20 sobre 200 y su derecho, el mejor, una visión de 20 sobre 100.

Pese a superar su propia mejor marca Im quedó fuera de la lucha de las medallas en el torneo individual al perder en octavos de final y solo pudo saborear el bronce por equipos.

Más de una hora estuvo llorando la coreana Shin A Lam por una derrota injusta que le dejó fuera de la final de los Juegos Olímpicos. La culpa la tuvo el cronómetro, que se paró cuando ella ya saboreaba la victoria y dio pie a la estocada final de su rival.

De nada sirvió la reclamación de Lam ni la de su equipo. La tiradora lloró sin consuelo se negó a abandonar la pista durante casi una hora. Se marchó con la ovación del público, pero con el amargo sabor de una injusticia olímpica.

Las previsiones se desbordaron en Horse Guards Parade ante la masiva afluencia de público para ver el voley playa femenino, incluso con lluvia. Hasta 15.000 personas se agolparon en las gradas durante días, especialmente en la competición femenina.

La fiebre afectó incluso al primer ministro británico, David Cameron, cuya residencia estaba a solo 100 metros del escenario de los partidos. Según publico «Il Corriere de la Sera» tuvo que abandonar una noche el número 10 de Downing Street al ser incapaz de conciliar el sueño ante el bullicio y la música incesante del Horse Guards Parade.