Consumidores de Nueva York molestos con la prohibición de bebidas azucaradas «XL»

«Los neoyorquinos necesitan un alcalde, no una niñera» , dice el anuncio que hoy se publica a página completa en el diario «The New York Times» , pagado por esa asociación, creada en 1996 y que promociona la responsabilidad personal y la protección de la elección de los consumidores.

«New York, con demasiada frecuencia es el epicentro del terremoto de policía de la comida, que ha superado incluso su propia ridiculez para t ratar de frenar la elección del consumidor », reza el comienzo del comunicado del Centro publicado en su página web.

Bloomberg anunció esta semana que planea una ley que prohibiría la venta de bebidas refrescantes de gran tamaño y otras con alto contenido en azúcares en los restaurantes, cines y carritos callejeros para luchar contra la obesidad en la ciudad.

«Nanny (Niñera) Bloomberg tiene una extraña obsesión con meterse con lo que uno come», dice el anuncio de la organización, en el que aparece un montaje fotográfico con el rostro del edil y la figura de una mujer mayor .

El regidor justificó su iniciativa, que todavía tendrá que ser sometida a votación del consistorio a finales de me s y que de aprobarse entrará en vigor en marzo de 2013, en su preocupación por la salud pública de los neoyorquinos y la lucha contra la obesidad , considerada como un problema nacional.

La propuesta de Bloomberg contempla prohibir la venta de bebidas de ese tipo a partir del tamaño de 16 onzas ó 464 mililitros , además de en los lugares citados, a otros muy habituales y populares de la ciudad en donde los neoyorquinos suelen comer a diario.

En la prohibición quedarían incluidas desde las bebidas energéticas a los refrescos tipo soda o los tés fríos azucarados. No lo estarían, sin embargo, las que tienen menos de 25 calorías, así como las aguas vitaminadas o el té sin azúcar.

«Su argumento, supongo, podría ser que, es un poco menos cómodo tener que llevar dos bebidas de medio litro a la sala de cine que una de un litro », señala el Centro en un comunicado.

La Asociación de Bebidas de Nueva York también se mostró crítica con los planes del alcalde y, en un comunicado, señaló que el Departamento de Sanidad de la ciudad «tiene de nuevo la insana obsesión de atacar este tipo de bebidas».

Al tiempo rechazó la idea de que la obesidad en el país -que en 2010 afectaba a 2,4 millones de adultos- se pueda combatir «atacando a los refrescos» .

«Quiere resolver el problema de la obesidad achacando el 100% de la culpa a lo que representa solo el 7% de la dieta de un americano . El 93% de las caloría proviene de comidas y otras bebidas. Para tomar pasos importantes para reducir la obesidad necesita tener una vista más grande de la situación», apunta en un comunicado la Asociación Americana de Bebidas .

Para esta organización la propuesta «desafía en sentido común» porque, estiman, por ejemplo que un un ciudadano puede ir al Yankee Stadium y consumir desde perritos calientes, hamburguesas con todos las salsas, pizza, variedades y patatas fritas y hasta galletas fritas y después beberse un cerveza de un litro. Pero que «no se atrevan a comprar una botella XL de refresco en el parque», describían con sarcasmo. Para finalizar acotando que «la metodología del alcalde es ridícula, irracional, e incongruente»

El alcalde, llamado «el millonario» ha tomado otras medidas como obligar a las cadenas de restaurantes a incluir el número de calorías de los alimentos al lado del precio o la prohibición de fumar en restaurantes y parques públicos, piscinas, playas y lugares históricos de Nueva York.