Silvio Berlusconi y Veronica Lario llegan a un acuerdo de divorcio

Precisamente Veronica regresó a su añorada villa de Macherio hace dos semanas, donde, como en las viejos tiempos, almorzó con Berlusconi y con sus tres hijos. Lejos queda la furia de «Il Cavaliere», quien, al término de un consejo de ministros, llegó a decir: «¿Las escorias nucleares? Sé yo dónde las metería: ¡en Macherio!».

La agitada historia de este matrimonio llega a su fin, aunque al menos no acabará en el desastre que se aventuraba en la primavera de 2009, cuando estallaron los ataques recíprocos. Hasta la alcoba de Silvio Berlusconi y la cama «extralarge» que le había regalado su amigo el presidente ruso Vladimír Puntin formaron parte de la escena política italiana.

Las hostilidades públicas las abrió Lario. Tras conocer a través de la prensa que su esposo había acudido a la fiesta del 18 cumpleaños de una joven conocida como Noemi Letizia, quien se llamaba a Berlusconi «Papi», el 28 de abril de 2009 Veronica escribió un correo electrónico a la agencia de noticias ANSA para comunicar la ruptura : «No ha venido a ninguno de los 18 cumpleaños de sus hijos, aún siendo invitado», le recriminaba. Ofendida y herida, llenó su escrito de rencor: «No puedo permanecer con un hombre que frecuenta menores». Además, le tildó de «enfermo» y ofreció de él la imagen del emperador o del «dragón al que le vienen sacrificadas legiones de vírgenes». Su siguiente paso fue solicitar el divorcio, el 3 de mayo del 2009. Dejó la villa «Belvedere» y se trasladó a un apartamento de la capital lombarda, al tiempo que pedía un tratamiento suntuoso con las condiciones que, parece, casi ha conseguido.

Ahora, con motivo del proceso por el «Caso Ruby», por el que el anterior primer ministro está siendo juzgado por prostitución de menores y abuso de poder, han salido a la luz conversaciones telefónicas entre las protagonistas de lo que se llamó «bunga bunga» . En una de ellas, la joven marroquí Ruby (Karima el Mahroug) le dice a una amiga: «Berlusconi me daba 47.000 euros a la semana. Está loco por mí, verdaderamente loco. Silvio me ha dicho: “Ruby te doy todo el dinero que quieras, te cubro de oro; lo importante es que escondas todo y no digas nada a nadie». Además, a un amigo Ruby le contó que «Il Cavaliere» aceptó pagar «cinco millones de euros» para que se hiciera la loca y diera una versión de los hechos favorable a Berlusconi.