desde mi escaño
Paulino Rivero, portavoz de Mohamed VI
Y si es necesario, habrá pensado el «maldatario» canario, se miente o se fantasea
juan velarde
PAULINO Rivero, una vez deje su cargo como presidente del Gobierno de Canarias, su futuro seguro que no va a estar vinculado como consejero a la empresa Repsol. Lo que Paulino Rivero está haciendo respecto al tema de las prospecciones petrolíferas no es ya una ... cuestión de ridículo (que lo es, y además en proporciones desmesuradas), sino que está poniendo el futuro económico de las Islas a los pies de los caballos, negándose en redondo a que la petrolera quiera hacer sus sondeos y, de remate, inventándose lo que nunca habló con Mohamed VI, el rey de Marruecos.
Y es que al «petit» Napoleón de El Sauzal se le ha metido entre ceja y ceja que en el Archipiélago, a pesar de ponerse en contra de todos los industriales canarios, no se mueve ni un milímetro cúbico de agua ni de tierra en busca del «oro negro». Para Paulino, prima ahora la ecología y el respeto al medio ambiente y si es necesario, habrá pensado el «maldatario» canario, se miente o se fantasea sobre una conversación privada con el rey de Marruecos, asegurando que éste le ha dicho que de petróleo en aguas de canarias o marroquíes hay menos crudo que el del botecito que nos mostró la señora Kirchner.
Sin embargo, a día de hoy, con la rapidez con la que circulan las noticias, se ha sabido (y recogido por las páginas de ABC Canarias) que Marruecos no sólo es que esté seguro de que en sus aguas hay petróleo, es que ya ha dado los preceptivos permisos para los sondeos y, créanme, como pueda y le dejen, intentará pillar cacho en lo que competa a aguas canarias, y si no al tiempo.
Lo curioso es que mientras el ministro de Asuntos Generales y de la Gobernanza de Marruecos decía que pronto su país se transformará en productor y exportador de petróleo y de gas natural, Paulino Rivero se arrogaba las competencias de portavoz de Mohamed VI y desvelaba una presunta frase del monarca en la que sostenía que no existe petróleo en las aguas cercanas a Canarias.
En fin, Paulino Rivero ha optado por ocultar la verdad de los hechos y erigirse en el portavoz de una trola de dimensiones colosales, una más de este presidente al que sólo le falta, para conseguir la cuadratura del círculo, invitar a la señora Fernández de Kirchner a una semana de relax a las Islas y enseñarle las maravillas paisajísticas del Archipiélago justo antes de que sean destruidas por la enésima megaurbanización proyectada. Pero eso sí, Canarias estará libre de todo riesgo de petróleo. Ojalá fuese tan fácil deshacerse de determinados personajes que abundan y pululan por esta singular política y que hacen que los ciudadanos lo tengamos muy crudo y negro (casi como el petróleo).
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