Vaca Muerta, el yacimiento que ansiaba Kirchner

Vayamos por partes. La formación Vaca Muerta se encuentra en la provincia de Neuquén y se extiende sobre una superficie total de unos 30.000 km2, casi tan grande como Austria. Este descubrimiento continúa siendo el mayor llevado a cabo por el grupo Repsol-YPF y es una de las reservas de hidrocarburos no convencionales más importante del mundo.

Este yacimiento no ha parado de dar sorpresas, ya que, cuanto más se analizaba, más petróleo parecía contener. La primera exploración que se hizo sobre un área de 428 Km2 arrojaba unos datos sorprendentes. Preveía un total de 927 millones de barriles de petróleo, este número de barriles equivalían al total de las reservas probadas que tenía YPF. Es decir, la primera exploración de una pequeña parte del yacimiento ya equivalía al total de las reservas probadas de YPF . Pero al milagro de la formación de Vaca Muerta le quedaban muchas más sorpresas por dar.

Una segunda exploración dada a conocer en febrero de este año y realizada por la auditora internacional de reservas y recursos de hidrocarburos, Ryder Scott, aumentaba considerablemente la primera cifra dada. Se estima que la formación Vaca Muerta se extiende sobre una superficie total de unos 30.000 km2, de la que YPF tiene una participación neta de unos 12.000 km2. La auditora Ryder Scott analizó un área total de 8.071 km2 de los que Repsol YPF tiene una participación neta en 5.016 km2 . Pues bien, parece que de esa zona Repsol podría extraer 12.351 millones de barriles, casi diez veces más que los que la compañía tiene aparentemente en las aguas profundas de Brasil. Y eso que es solo la mitad del yacimiento argentino.

La dependencia energética que ahora tiene Argentina parece ser uno de los factores clave de la decisión tomada por Kirchner. Los recursos de Vaca Muerta equivalen a más de 500 años de reservas respecto al consumo energético actual de Argentina. Esta dependencia se observa en que el Gobierno tuvo que destinar casi 2.500 millones de dólares durante el 2011 en importaciones de distintos tipos de combustibles. Sin embargo, algo habrán tenido que ver las medidas de los últimos años, ya que ha pasado de un superávit energético de 4.000 millones de dólares en 2007, al déficit de 3.000 millones que tuvo Argentina en 2011.

Con este descubrimiento Argentina se situó como el tercer país del mundo en recursos de hidrocarburos no convencionales , lo que supone un gran mercado para las petroleras del mundo. En la formación de Vaca Muerta, aparte de Repsol, participan Shell, Total, Exxon y Petrobras. También ha mostrado interés la bolivariana, PDVSA, con un modelo de gestión en el que todos operan bajo el control gubernamental. Lo que no se sabe es como actuarán estas petroleras tras el anuncio de expropiar YPF por parte de Cristina Fernández de Kirchner.

El problema que plantea el yacimiento de la formación de Vaca Muerta es la ingente inversión que sería necesaria para extraer todo el gas y petróleo que potencialmente se podría sacar. Repsol ya había invertido más de 300 millones de dólares en las primeras exploraciones del yacimiento e YPF tenía previsto la construcción de 20 pozos de exploración para este año. Los planes previstos por parte de Repsol-YPF eran que el yacimiento pudiera hacer posible incrementar en un 50% la producción actual de petróleo de Argentina. La potenciabilidad del proyecto se demuestra cuando, a finales del año 2011, ya se habían producido más de 700.000 barriles de petróleo en Vaca Muerta.

Repsol calcula que habrá que acometer un plan de inversiones de unos 31.500 millones de euros en los próximos años para la realización de casi 2.000 pozos productivos de petróleo, para lo cual serían necesarios 60 equipos de perforación adicionales a los existentes en el país.