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Un manual de buenas prácticas para que los cazadores no perjudiquen al oso pardo

El Gobierno de Cantabria publica recomendaciones para que no se frene la recuperación de la especie en España

Un manual de buenas prácticas para que los cazadores no perjudiquen al oso pardo efe

EFE

Las fundaciones Oso Pardo y Biodiversidad , el Gobierno de Cantabria y la Federación Cántabra de Caza se han unido para publicar un manual de buenas prácticas con consejos y advertencias para cazadores en zonas oseras.

El objetivo es ayudar a compatibilizar la actividad cinegética con la preservación del oso pardo en las zonas donde sobrevive esta especie amenazada, que en el Cantábrico occidental se ha recuperado mientras que en la zona oriental se ha estancado en 30 ejemplares en los últimos años.

Así lo ha señalado este martes, en rueda de prensa, el presidente de la Fundación Oso Pardo , Guillermo Palomero, quien ha destacado que después de la «práctica extinción» que hizo saltar las alarmas a mediados de los noventa , se ha conseguido aumentar su presencia hasta esos 30 ejemplares y que tres osas se reproduzcan cada año.

Aumento de población

Palomero ha expresado su confianza en que la población de osos deja atrás ese estancamiento y empiece a aumentar y ha abogado por una «mayor permeabilidad» entre la vertiente occidental y la oriental para facilitar un intercambio entre los osos de uno y otro lado que permita ese aumento de población y la mezcla genética.

Según el presidente de la Fundación Oso Pardo, la relación entre cazadores y osos es de «complicidad» y no de enemistad porque son conocedores de la situación que atraviesa esta especie. Además la actividad que desarrollan contribuye a controlar la población de jabalíes, que compiten por la comida con los osos.

De hecho la Federación Cántabra de Caza ha participado en la elaboración del manual, que recoge consejos para «limar al máximo las pocas incidencias que se puedan producir» . Cambiar de fecha una cacería cuando se detecten crías de osos es una de las prácticas que recoge la guía y que ya es habitual entre los cazadores.

La Federación Cántabra de Caza lleva, de hecho, veinte años colaborando con la Consejería y con la Fundación Oso Pardo, según ha apuntado su presidente, Ignacio Valle, quien ha incidido en que los cazadores son los primeros que se retiran cuando detectan la presencia de estos animales y contribuyen a su conservación de forma indirecta.

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