Polémica placa a las Brigadas Internacionales en la Complutense

La denuncia fue presentada por un particular que pretendía paralizar la instalación del memorial al considerar que el rector de la UCM quería «instalarlo sin los permisos, garantías y autorizaciones exigidas a todo ciudadano y que él quiere obviar».

En el mismo escrito, al que ha tenido acceso ABC, el denunciante manifestaba que «no hay nada que celebrar, y menos en un espacio público dedicado a la educación». Además, mostraba su indignación por honrar «a unas brigadas que fueron creadas y gestadas por el mayor genocida de la historia de la humanidad, Stalin, y que participó activamente en la Guerra Civil», concluía.

Según el auto, el juzgado rechazó imponer medidas cautelares para la paralización de la colocación del monumento porque entendía que no concurren circunstancias de especial urgencia que justifiquen la adopción de estas medidas. Además, entiende que la colocación del monumento, «como la de cualquier otra estatua, por su propia naturaleza, es un hecho fácilmente reversible en cualquier momento».

No obstante, el juez sí que ha instado a José Carrillo a explicar en un plazo de cinco días por qué instala este memorial a las Brigadas Internacionales. Algo por lo que el rector manifestaba ayer su asombro, asegurando a este periódico que desconocía este requerimiento del Juzgado de lo Contencioso Administrativo.

«No entiendo por qué este tema levanta tanta polvareda. Se trata de un monumento "normal" que conmemora el 75 aniversario de la creación de las Brigadas Internacionales que defendieron durante la Guerra Civil al, entonces, legítimo gobierno de la República», explica. En cuanto al tema de los permisos para la instalación, Carrillo responde: «No me consta que tengamos que solicitar permiso para instalar monumentos en los terrenos de la Universidad. Al menos, nunca lo hemos hecho», concluye.

El monumento, que se ubicará cerca del ya existente a las víctimas del 11-M en los jardines del Vicerrectorado de Alumnos, fue un proyecto que se gestó durante el mandato de Carlos Berzosa. Un equipo de profesores de la Facultad de Bellas Artes aceptó el encargo de esta pieza escultórica, de acero, que mide cuatro metros de alto. En ella se puede ver la estrella de tres puntas de los «brigadistas» sobre un fondo rojo y, bajo ésta, una cita de agradecimiento de Dolores Ibarruri, la «Pasionaria».