«El tigre», la venganza del animal perseguido
John Vaillant publica esta historia real de un tigre siberiano que sembró el pánico en la fría Rusia oriental
CRISTINA SÁNCHEZ
En 1997, un tigre del Amur se come literalmente a un hombre , más por revancha que por hambre, en el territorio del Primorje, en el Extremo Oriental de Rusia. Los habitantes de la población cercana, atemorizados, empiezan a pensar quién será el siguiente, ... mientras Yuri Trush, encargado de proteger estos animales, trata de arreglar el conflicto siguiendo las enormes huellas del animal.
Partiendo de este hecho real, el periodista John Vaillant ha articulado «El tigre», un libro que la editorial Debate pone a la venta este jueves , y que narra las complicadas relaciones entre los humanos y estos felinos de más de 200 kilos. Pese a que Rusia fue el primer país en el mundo en considerar a los tigres como una especie protegida, ya en 1947, prácticamente han sido exterminados por culpa del comercio ilegal, principalmente con el mercado chino. El «Siberian Tiger Project» intenta acabar con esta caza salvaje que ha provocado que en la zona del Primorje solo queden cuatrocientos cincuenta tigres siberianos .
Pero Vaillant no muestra solo la visión del cazador culpable, y analiza el por qué de esta caza clandestina: la necesidad de supervivencia y la pobreza en la que la población se ha visto sumida por los efectos perversos de la perestroika de Gorbachov. Una situación desesperada en una de las regiones más inhóspitas del planeta, la «jungla boreal», en la que fácilmente el termométro alcanza los 30 grados bajo cero.
Los habitantes de la zona cuentan en el libro que los tigres cumplen la regla del «ojo por ojo»: te buscarán hasta matarte, gracias a sus extraordinarias facultades olfativas y a su increíble fuerza (Vaillant compara el ataque de un tigre con el peso de un piano que se te cae encima, a lo que hay que sumar después los zarpazos y la rapidez de sus afilados colmillos), solo si le atacas primero. El tigre es vengativo, y no para hasta que encuentra a su presa, pero también es inteligente: en la mayoría de casos sólo hará daño al que antes se lo haya hecho a él.
El miedo a «amba»
La convivencia pacífica entre tigres y hombres, que tantas veces se rompe, es necesaria en la taiga siberiana. Así lo creía también Dersu Uzala, un cazador nanai que vivía en aquellas recónditas zonas, en el valle de Ussuri, a principios de siglo XX, y que enseñó al explorador ruso Arseniev su amor por una naturaleza que demasiadas veces se levanta en contra el hombre. Arseniev escribiría las aventuras de su entrañable amigo, que después Akira Kurosawa llevaría la gran pantalla en el bello film «Dersu Uzala» , por el que ganaría un Oscar a la mejor película extranjera en 1976. Dersu no sabía vivir sin la taiga, y respetaba al tigre, al que aquellas tribus llamaban «amba», ya que pensaban que en realidad era un espíritu del bosque que perseguía a aquellos que osasen ofenderle. Una vieja leyenda que se mantiene vigente cuando se vive escuchando los desgarradores rugidos de estas fieras.
Respaldado por una intensa labor de documentación, el libro contagia una fascinación por este animal de ojos inquietantes que necesita ser protegido para no desaparecer, pero que al mismo tiempo dificulta el día a día de los campesinos que viven a su lado. La adaptación al cine no se ha hecho esperar: Brad Pitt encabezará el reparto , Guillermo Arriaga, con el que el actor trabajó en «Babel», será el guionista, y dirigirá el film Darren Aronofsky («El luchador», «Cisne negro»).
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