Alba Flores: «Ser actriz no tiene que ver con ser la hija de nadie»

—¿Quién es Jamila?

—Es la ayudante de Sira en el taller de costura. Una chica muy hospitalaria y servicial. Es el personaje que observa, por eso la gente se va sentir identificada con ella. A pesar de que la extranjera en Marruecos es Sira, Jamila será una extranjera en todo ese mundo que se le abrirá de la mano de la protagonista e irá descubriendo y entendiendo a su manera.

—¿Se siente identificada con el personaje?

—Físicamente me pega mucho, la gente en Marruecos me hablaba siempre en árabe, incluso cuando iba vestida con ropa accidental. Pero somos diferentes de carácter. Aunque pueda parecer lo contrario no soy muy rebelde, pero tampoco llego al extremo de Jamila que es muy servil.

—¿Hubo cierto choque cultural entre Alba y Jamila?

—Yo he decidido no entrar a juzgar.Es muy fácil hacerlo desde nuestra postura occidental. Creo que eso a la hora de actuar no ayuda en nada. Es mucho mejor si te dejas sorprender por las cualidades del personaje sin meter de por medio la opinión personal.

—¿Siempre ha querido ser actriz?

—No, cuando era pequeña no quería ser artista, decía que sobraban pero a través de la literatura me fui dando cuenta de que quería hacer arte y para eso me he preparado.

—¿Cree que para quienes no conocen su trayectoria teatral sigue siendo la hija, nieta o sobrina de...?

—No es una pelea que yo tenga porque no creo que me lleve a ningún lado. Solo quiero seguir trabajando en lo que me gusta, que no ha tenido que ver con ser la hija de nadie. Hay mucha gente que entra en el conflicto de «yo quiero valer por mí mismo» pero yo ya lo siento. El que quiera criticarlo siempre lo hará y el que quiera ver los años que llevo trabajando, estudiando y cómo me lo he currado lo hará también.