TOUR DE FRANCIA
El emocionado Tour de Evans
El australiano, custodiado por los hermanos Schleck, vertió lágrimas al recibir el maillot amarillo y escuchar el himno de su país cantado a capela
J. GÓMEZ PEÑA
Rodar en bicicleta entre el Sena, el Arco del Triunfo, los jardines de las Tullerías, la Plaza de la Concordia y el sube-baja por los Campos Elíseos es el sueño de todo ciclista. La meta. Al fondo les espera el podio. Los premios. ... Y los hay de todos los colores : amarillo para el ganador final, Evans; verde para la regularidad de Cavendish; de lunares rojos para la montaña de Samuel Sánchez; blanco para la juventud del francés Pierre Rolland, y solidario para el mejor equipo, el Garmin dirigido por Bingen Fernández. Los colores del Tour 2011.
Y el verde, de nuevo, fue para Cavendish . Su quinto sprint en esta edición. Sin discusión. Ya lleva veinte victorias en solo cuatro participaciones. Va tan rápido que ayer Hagen, Greipel y Farrar solo pudieron acompañarle. Va tan deprisa que ya solo cinco ciclistas le superan en el ránking: Merckx, con 30 triunfos, Bernard Hinault (28), Leducq (25) y Darrigade y Armstrong (22). En la meta le esperaban los besos de su top model privada, Peta Todd, y los aplausos.
Tras Samuel y Cavendish, subió Evans. Abanderado. Apretando las lágrimas con su mandíbula de cepo. «Gracias a los que han confiando en mí», dijo . Sonó a capela el himno australiano. Emocionante. A su lado, los Schleck, Andy (segundo) y Frank (tercero), los que, otra vez, han perdido el Tour.
Contador, final en calma
Por primera vez, Alberto Contador vivió ayer un final de Tour en calma. Al quinto clasificado no le reclaman las cámaras. ¿Y cómo le sienta la derrota a alguien que no pierde desde 2007? «No tengo mala sensación. He intentado ganarlo, pero entre las caídas y el cansancio del Giro no he podido », explica. Sonríe más en este Tour perdido que en el Giro que ganó en mayo. «Es que no todo son números y victorias. También es importante el cariño y el apoyo de la gente». Y buena parte de la emoción de este Tour ha corrido tras sus ataques.
Sobre todo, el del viernes en el Galibier. Dedicado al público. «Para que la gente disfrutara». Y entre él, Andy Schleck, Samuel, Evans, Voeckler y Rolland compusieron una etapa memorable . De otro tiempo. No podía ganar el Tour, pero sí emocionarlo. «He visto que aunque mentalmente estaba preparado para luchar por la victoria, físicamente no. El Giro fue muy duro. Pero no cambio nada de lo que he hecho este año. Estoy contento».
Ahora, el 1 de agosto, tiene otra prueba. La vista en el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) de su caso positivo en el Tour 2010 . «Confío en mis abogados. Soy inocente. Y creo que se solucionará a mi favor».
El rey de la montaña
Primero fue la pulga. «La pulga de Torrelavega», apodo del menudo Vicente Trueba, el primer ciclista que ganó el premio de la montaña del Tour, en 1933, cuando ni siquiera había aún Vuelta a España. Pronto le siguió, en 1936, el «negro de los ojos azules», el madrileño Julián Berrendero. Y, tras las guerras, el vizcaíno Jesús Loroño, fuerte y orgulloso, se sumó a la lista en 1953. Se adelantó a su rival más intimo, Bahamontes (1954, 1958, 1959, 1962, 1963 y 1964), el mejor escalador para muchos . Y Julio Jiménez, el «relojero de Ávila», le dio continuidad (1965, 1966 y 1967). Aurelio González (1968), Pedro Torres (1973) y Txomin Perurena (1974) conservaron la tradición montañera del pelotón español. Y ahí se paró, cuando ni siquiera se había instaurado como distintivo el maillot de lunares. Ayer, Samuel Sánchez reabrió la lista. Subió al podio de París con los lunares rojos y el maillot del Euskaltel-Euskadi . Con sus hijos, Diego y Unai. Con París a sus pies. Lo que desde hace tanto tiempo buscaba. «Ser el rey de la montaña es un sueño cumplido», confesó Samuel, «y no me quería despertar».
El maillot de la montaña y una etapa en Luz Ardiden son los trofeos que se lleva de esta ronda gala, pero se va con la sensación de que el podio ha estado muy cerca en todo momento. «Es un balance excelente, pero siempre se puede pedir más», declaró. ¿Tiene la sensación de poder aspirar a ganar el Tour? «Puedo estar ahí ». Ha demostrado que está a un buen nivel, aunque hubo obstáculos insalvables, como el corte del primer día o el Galibier. «El Tour se pierde y se gana cada día, pero en esa etapa cedí un tiempo imposible de recuperar», apostilló el corredor de Euskaltel. Hace un año pensó en desvincularse del Tour de 2012 para centrarse en el Giro. Ahora no lo tiene tan claro. «Todo esto me ha hecho dudar mucho».
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