Mozah Bint Nasser, la jequesa «chic»

Considerada como una de las mujeres más elegantes del mundo, el estilo de la jequesa está cautivando a los fotógrafos que siguen a los soberanos en su viaje. Podríamos describir el estilo de Mozah Bint Nasser, de 59 años, como una mezcla entre Rania de Jordania y Carrie Bradshaw (el personaje de Sarah Jessica Parker en «Sexo en Nueva York»), tan pulcra como la primera y tan atrevida como la segunda, todo ello con un toque muy personal.

El accesorio estrella de la jequesa es, sin duda alguna, el turbante. Lo más llamativo no es que lo utilice, sino cómo lo hace, convirtiendo a esta prenda poco usada en Occidente en un tocado de lo más estiloso. Seguro que si la jequesa pasara un par de meses en nuestro país, este verano comenzaríamos a ver turbantes en las cabezas de las más «fashionistas».

Su otra seña de identidad son los looks monocolor que suele romper con el cinturón o el bolso. Aterrizó en Barajas con un vestido largo y de manga larga blanco, de cuello redondo, americana del mismo tono, cinturón y «clutch» de cuero marrón y gafas de sol de pasta en carey. Los zapatos, salones blancos de Christian Louboutin. No podría vestir más tapada y al mismo tiempo más «sexy».

Y es que la jequesa lleva a rajatabla la etiqueta que le exige su cargo, siempre viste de largo y como mucho, se permite una manga francesa, que tapa el codo. Pero su estilo no está reñido con la coquetería y el gusto por el lujo: habitualmente luce pendientes chandelier de diamantes, así como brazaletes, anillos, broches o cinturones de piedras preciosas.

El segundo look del día lo vimos ayer en el posado de los Reyes, los Príncipes de Asturias y la Infanta Cristina junto en el Palacio de El Pardo junto al emir y su esposa. Un segundo modelito en púrpura, con turbante en ese tono y vestido largo de escote barco (tapando los hombros), cintura ceñida y falda con volumen en evasé. Una largura que dejaba entrever los tobillos y que no resulta del todo favorecedora. Los complementos, esta vez, en negro: largos pendientes, cinturón con forma de lazo, bolso de mano y zapatos de tacón abiertos en la punta.

Por la noche, Mozah Bint Nasser desplegó toda su elegancia en su tercer cambio de vestuario para la cena de gala que don Juan Carlos y doña Sofía ofrecieron en el Palacio Real. La esposa del emir optó por un conjunto en rosa pálido, de vestido largo con escote caja y una ligera abertura, y una túnica anudada con un lazo en el mismo tono, ambos bordados con pedrería, como una elegante malla. De nuevo lució un turbante en el pelo, esta vez en rosa suave, grandes pendientes de diamantes, un fabuloso anillo, «clutch» acolchado en tono plateado, y a los pies, zapatos «peep toe» en piel de serpiente plata.

Hoy mismo, la jequesa ha querido visitar el el Centro de Alzheimer de la Fundación Reina Sofía junto con la Reina , donde se ha conocido la labor que realiza el centro con las

personas que sufren esta enfermedad e incluso se ha animado a recoger unas habas en un pequeño huerto situado en los jardines. Nuevo estilismo para la ocasión : vestido largo de corte sirena, con manga larga, escote redondo y un ligero drapeado en el pecho, en tono marrón. ¿Complementos? Sus básicos: turbante del mismo tono, grandes pendientes de perlas, gafas de sol, salones de tacón y bolso de mano. La jequesa ha completado el look con un collar de perlas.

Pero Mozah Bint Nasser es mucho más que un espléndido escaparate qatarí. Se casó en 1977, a los 18 años, cuando el emir era todavía heredero, y desde entonces se ha convertido en una figura clave en la política de su país , participando activamente en la educación y la reforma social de Qatar en los últimos años. Graduada en sociología por la Universidad de Qatar en 1986 es «honoris causa» en las universidades de la Virginia, Texas, Carnegie Mellon, el Imperial College of London y la Universidad de Georgetown.

En su país, preside la Fundación Qatarí para la Educación, la Ciencia y el Desarrollo de la Comunidad, el Consejo Supremo de Asuntos de la Familia, es vicepresidenta del Supremo Consejo de Educación y presidenta de la Fundación Árabe para la Democracia. Además es enviada especial de la Unesco para mejorar la calidad y la accesibilidad de la educación en todo el mundo.

Lo más curioso de su biografía es que su padre, Nasser bin Abdullah Al Missned (fallecido en 2007), fue un importante opositor del emir Khalifa bin Hamad bin Abdallah Al Thani, padre del actual emir y suegro de la jequesa, al que su hijo depuso tras un golpe de estado el 27 de junio de 1995.