Abbás califica de «falsa» la cesión de Jerusalén a Israel

La exposición de los presuntos secretos impactó contra la Autoridad Nacional Palestina (ANP), cuyos responsables denuncian estar ante una «sarta de mentiras», «invenciones» y lecturas «sacadas de contexto», que el presidente Mahmmud Abbás tachó ayer de «una vergüenza».

Los «papeles palestinos», como los ha dado en llamar Al Yasira, comprometen a Abbas y a la ANP en la medida en que destaparían un doble juego —firmeza de puertas afuera, pero gigantescas capitulaciones de puertas adentro—, aunque también demostrarían la vocación de flexibilidad y los ímprobos esfuerzos palestinos por alcanzar una solución de paz.

En los documentos difundidos por la cadena árabe, compartidos con el rotativo británico The Guardian, se mencionan unas palabras del negociador jefe palestino, Saeb Erekat, brindando a los israelíes en una reunión conjunta con la entonces secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, el «mapa de Yerushalayin (Jerusalén en hebreo) más grande de la historia judía». Semejante propuesta es dinamita en manos de los adversarios del debilitado Mahmmud Abbás, que en voz alta siempre ha jurado que no cedería un centímetro de la parte oriental de la Ciudad Santa, llamada a ser capital del futuro Estado palestino.

Explosivos son también otros memorandos, emails, informes y hasta presentaciones de power point, —que Al Yasira y The Guardian dicen haber «autentificado»—, en las que consta además la disposición de Ramala para gestionar a medias con Israel la Explanada de las Mezquitas y entregarles el control de los barrios judío y parte del armenio de la Ciudad Vieja. Junto a ello, figura también la aceptación de Erekat de limitar el retorno de los millones refugiados palestinos a solo 100.000 en diez años, así como otros documentos que reflejan cómo Tel Aviv informó a la ANP de la operación «Plomo Fundido» lanzada en Gaza en 2009. Especialmente dolorosa se anuncia la próxima revelación de la «cooperación» de las fuerzas de seguridad palestinas con las israelíes.

Según los analistas, estas filtraciones certificarían la desesperación de los jefes de la ANP por alcanzar algún arreglo que les salve de su galopante descrédito y del empuje de Hamás, que ayer aprovechó para acusar a Abbás de «traición».