«Huckleberry Finn» se queda sin «negratas»
Una nueva edición de la novela de Twain propone en su lugar la palabra «esclavo»
M. DE LA FUENTE
Samuel Langhorne Clemens, Mark Twain para la posteridad, no tenía pelos en la lengua. Los tenía en su memorable mostacho y, además, su lengua más que viperina era triperina. Tal vez aprendió a llamarle a las cosas por su nombre, al pan, pan, y al ... vino, vino, en sus tiempos de periodista o cuando marineaba en un vapor por el Delta del Mississippi. Así lo hace igualmente en su recién publicada autobiografía exhaustiva, que salió a la calle en noviembre sin ningún tipo de censura o correcciones. Pues bien, una editorial estadounidense, New South Books, va a lanzar en febrero una versión políticamente correcta de su universal «Aventuras de Huckleberry Finn», en la que la palabra nigger («negrata»), que se lee 219 veces en el manuscrito original, va a ser sustituida por «esclavo» para no ofender a los lectores, según informa Ap.
Nigger es una palabra despectiva del argot de la gente negra norteamericana, aunque no duden en utilizarla, incluso de forma totalmente irónica y sarcástica en algunas ocasiones, como sucede en «Haz lo que debas», la película de Spike Lee , un tipo que no parece especialmente contrario a los afroamericanos. Las editoriales españolas siempre tradujeron la palabra simplemente como «negro». La novela se publicó en Estados Unidos en 1885 y cuenta las aventuras del joven Huck y su amigo el esclavo Jim en busca de la libertad.
El responsable de esta edición es el profesor Alan Gribben, quien ha señalado que es «una auténtica pena que una sola palabra se convierta en una barrera entre una lectura maravillosa como la de Twain y muchísimos lectores que no quieren leer esa palabra».
En principio, la tirada constará de 7.500 ejemplares, y hasta el momento Gribben asegura que ya ha recibido un buen montón de e-mails llamándole, entre otras lindezas, «profanador» . También destaca el profesor que en todos esos mensajes sus acusadores no escriben ni una vez la dichosa palabra, lo que según él demuestra que «le resulta incómoda a la gente».
Por otra parte, su colega Stephen Railton, de la Universidad de Virginia, y también experto en la obra de Twain, ha destacado que, aunque lo respeta, la idea de Gribben es «terrible», porque en su obra Mark Twain usa un lenguaje fiel a la época en la que escribía, un lenguaje de tiempos pasados, normal en el momento en el que Twain redactó su magistral novela. El propio Railton tiene preparada una versión sin alteraciones de «Huck Finn» para finales de año, versión que servirá para reflexionar en las escuelas sobre el racismo y la esclavitud.
Al parecer, Gribben decidió el cambio de «negrata» por esclavo tras comprobar que en las lecturas públicas y conferencias la segunda palabra era mucho mejor aceptada por los asistentes. Incluso, el profesor ha recordado un ejemplo bien cercano, el de su propia hija, una de cuyas mejores amigas es precisamente afroamericana y siente aversión absoluta por el libro de Twain . Igualmente, la palabra «injun», vocablo despectivo para denominar a los nativos norteamericanos será sustituida por indio, como en las películas.
La edición «políticamente correcta» de Gribben también afecta a «Las aventuras de Tom Sawyer», donde la susodicha palabreja de marras, nigger , también aparece aunque en mucha menor medida.
El propio Twain ya lo dijo hace más de un siglo alto y claro: «Un hombre con una idea nueva es un loco hasta que la idea triunfa». Bueno, aunque otro día y con otro humor, al casacarrabias del Delta se le soltó la lengua de otra manera bien distinta: «Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar la duda».
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