Muere Solomon Burke, el rey del soul clásico
Falleció tras aterrizar en el aeropuerto de Amsterdam. Deja 21 hijos y 90 nietos
LUIS MARTÍN
Solomon Burke tenía previsto comparecer mañana en el club Paradiso de la mencionada localidad holandesa, donde iba a ofrecer un concierto. La religiosidad, el soul y Solomon Burke se convierten en una trinidad musical indisoluble a nivel planetario, teniendo en cuenta que sintió muy pronto ... una doble vocación como cantante y predicador de la Iglesia Unidad Para Toda la Gente. Nacido en 1940, en el seno de una familia de arraigada religiosidad, Burke entró por vez primera en un estudio de grabación a la edad de catorce años y solo dos más tarde entregó a la fonográfica Apollo su primer disco. «Christmas present from heaven», la canción de Navidad que aparecía en la cara A de aquel single, desbarató las predicciones comerciales: vendió un millón de copias.
Influyó en grandes artistas
Fueron los primeros destellos de una existencia que le presentaba su cara más amable al artista. En 1960, Jerry Wexler, productor de Atlantic Records, llevó a Solomon Burke a i-naugurar, junto a Ray Charles, James Brown y Otis Redding, las calles y las avenidas del proteínico preparado sonoro del soul. En plena lucha por los derechos civiles, Burke estaba entrando en la historia de la música popular contemporánea como el gran revisionista del gospel y el rhythm & blues. Y encadenaba un éxito tras otro en las listas de ventas: «Got to get you off my mind», «Rock'n' soul», «Every needs somebody to love»… De entonces datan sus influencias en la creación de Van Morrison, Rolling Stones o Bob Dylan. Son muchas las estrellas que cantaron y cantan sus canciones.
Convertido en un auténtico héroe musical para la afición negra, la estrella de Burke oscureció paradójicamente poco tiempo después, quedando sumida durante varias décadas en un entristecedor segundo plano. Algunas de sus canciones sonaron en películas como «The blues brothers» o «Dirty dancing», pero Burke solo logró salir de la oscuridad con la publicación, en 2002, del álbum «Don't give up on me». El disco, con un temario escrito expresamente para él por Brian Wilson, Bob Dylan, Van Morrison, Tom Waits y Elvis Costello, se alzó con un grammy y fue responsable de la primera visita del cantante a España, a diversos escenarios de Madrid y a Barcelona.
Hay, en cualquier caso, otros detalles importantes que explican la singularidad de su biografía. Para muchos, uno de los más destacables se produjo cuando, en 2001, entró en el Salón de la Fama del Rock and Roll, a la par que Paul Simon y Michael Jackson. Otros, sin embargo, prefieren quedarse con la imagen imponente de un hombre de doscientos kilos de peso, que deja veintiún hijos y noventa nietos. Las cifras —como las ventas de sus discos— fueron importantes en la vida de Solomon Burke. La muerte se lleva una pieza seminal en la historia de la música negra contemporánea.
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