De profesión, moroso

Ya se sabe que la necesidad agudiza la picaresca, y algunos hacen de esta capacidad su negocio. Es el caso de un hombre de Murcia que ha convertido la morosidad en su forma de vida. Se dedica a alquilar inmuebles, pero nunca paga, ni siquiera la primera mensualidad. Y además es consciente de que la ley está de su lado. Aunque su nombre se repite en numerosas sentencias por desahucios e impagos, al tratarse de procesos civiles no se generan antecedentes y es como si no hubiera pasado nada. "Se conoce las leyes mejor que cualquier abogado", asegura una de sus víctimas.

Mariano, otro de los caseros que sufrió a este inquilino, ha recuperado las llaves de su casa tras un año de juicios. "No cogía el telefono, ponía excusas para no pagar", explica. Además, cuando el dueño del piso iba a la casa a reclamarle, el estafador, sabedor de sus derechos, le amenazaba con denuncirle por coacciones y aseguraba que le iba a destrozar la casa.

"Sé no recoger una sentencia, sé alargar un procedimiento y sé cortarlo", afirma el moroso. Sus víctimas no entienden cómo la ley no puede hacer nada contra este tipo de delincuentes. Y todo apunta a que volverá a repetir el «modus operandi» una vez más: Ahora vive de alquiler en un chalet con piscina.