Petra Cuevas llega a los 105 años repleta de vida

El espíritu de superación y trabajo y el afán de aprendizaje de Petra Cuevas, según recoge el diario de Castilla-La Mancha, fueron constantes durante su adolescencia y juventud, según los testimonios de sus familiares. En 1926 entró a trabajar en el taller Cripta , situado en la Gran Vía de Madrid.

Cuando, en 1931, se proclamó la II República, Petra militaba en la UGT. En aquella época las mujeres no eran bien vistas en las centrales sindicales. En febrero de 1936 fue elegida secretaria general del Sindicato de la Aguja , que en pocos meses alcanzaría los 6.000 militantes. Durante la Guerra Civil, se afilió al PCE y dirigió una red de talleres dedicados a la confección de ropa para las tropas republicanas.

Presa política durante el franquismo

Tras la toma de Madrid por las tropas nacionales, aunque en un primer momento intentó ocultarse, se presentó para ser detenida ante los violentos interrogatorios a su familia. Fue entonces sometida a dos consejos de guerra y condenada a doce años de prisión.

Durante su detención en un centro ubicado en la Puerta del Sol de Madrid, sufrió torturas , según recordó después: «Fui a la primera a la que pusieron las corrientes. A mí me la pusieron con todo el voltaje». Luego pasó a la prisión de Ventas , donde se hacinaban 4000 mujeres en un edificio diseñado para 450. En prisión tuvo una hija, que murió a los seis meses . Cuevas aseguró después que «dí a a luz en una habitación en que había muerto una niña de tos ferina y, como es natural, mi niña cogió la tos ferina, porque sin desinfectar la cama, que acababan de quitar el cadáver, me metieron a mí con mi hija».

Petra peregrinó por numerosas cárceles de toda España: Calatayud, Zaragoza, Bilbao, Amorebieta, Segovia,... En 1948, una reducción de penas permitió su puesta en libertad .

Marcada por su militancia política, Cuevas no encontraría fácil el retorno a la vida laboral . Al principio algunas compañeras le pasaban trabajos y luego montó un taller con otra compañera, que recogía los recados. Finalmente, organizó su propio taller en el barrio de Tetuán.

En 1964, se casó con Garrido, que murió en los años setenta. Tras la llegada de la democracia, Petra consiguió un local para el PCE , que atendió a diario hasta superar los noventa años, y continuó su actividad sindical, ahora en Comisiones Obreras .