¿Es la 40 una talla grande?

La empresa catalana en ningún momento indica que es una línea de tallas grandes, pero en esta colección especial incluye tallas tan comunes como la 40 o la 42 dentro de esta línea con tallas grandes. Y esto ha bastado para incendiar las redes sociales e iniciar una movilización ciudadana en la red. La empezó Arantxa Calvera que ha pedido a través de Change.org , una plataforma de peticiones en internet, que retire «Violeta by Mango» , la polémica línea de ropa joven. «Considerar la talla 40 como talla grande es tener una visión totalmente distorsionada de la realidad» , explica Calvera que ayer ya reunía 57.251 firmas sumándose a su petición.

Patronajes diferentes para latinas

Pese al eco que ha tenido la demanda, Mango ha hecho oídos sordos y hoy ha empezado a poner a la venta su nueva línea para mujer joven. De momento «on line» y, poco a poco, en sus tiendas. Desde la compañía se insiste en que la nueva colección no se ha pensado como tallas grandes sino para mujeres que pueden verse favorecidas con «patronajes diferentes adoptados a una mujer latina con más curvas y tejidos más elásticos », aseguraron a ABC fuentes de la firma. Pero estas mismas voces prefieren no opinar sobre la polémica generada.

En opinión de Calvera, Mango debería retirar la colección porque este tipo de campañas solo ayuda a que las jóvenes se sientan aún más condicionadas para ser delgadas. «Miles de jóvenes se van a sentir atacadas e insultadas al ser consideradas tallas grandes. La imagen de chica y mujer que Mango debe proyectar debe ser sana y saludable», defiende en su petición.

Un estigma

En el mismo sentido se pronuncia Susana Monereo , jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital de Getafe de Madrid y secretaria de la Sociedad Española de Obesidad. «Cualquier actitud que suponga un estigma por la talla puede ser profundamente negativa. Aunque no se indique que es un talla especial o grande, basta con que sea una línea diferente para que las chicas ya se sientan entre las apestadas que necesitan “esa talla 40 de esa línea especial. Sin duda, segrega», señala a ABC.

Para los endocrinos las tallas solo es una cuestión de números porque no reflejan la complexión de una persona. «En realidad, no nos catalogan como gordos o delgados. Estoy convencida de que alguien tan musculoso como el tenista Rafa Nadal no encajaría nunca en una talla pequeña y nadie se atrevería a decir que tiene exceso de peso. Una talla nunca puede ser indicativo de salud y de belleza, y lo digo yo, que tengo una 38, aunque solo porque soy diminuta».

Preocupados por la talla

Pero a los adolescentes y jóvenes, «muy vulnerables y sensibles», sí les importa y mucho. Monereo asegura que a su consulta llegan muchas chicas obsesionadas con poder entrar en una talla 40 cuando empiezan a hacer dieta .

Desde el punto de vista de salud mental, los devaneos con las tallas también influyen, en una sociedad en la que preocupa todo lo relacionado con el sobrepeso o la obesidad. El psiquiatra Jesús de la Gándara lo sabe bien. En su libro «El síndrome del Espejo», explica cómo reconciliarse con la propia imagen y entiende el sufrimiento que genera. No importa que los mensajes de esta marca no especifiquen claramente que esa nueva 40 es una talla grande «si así se percibe el mal ya está hecho. Vivimos en una sociedad muy simbólica y de mensajes que se consumen muy rápido».

De la Gándara, que atiende a ABC, entre consulta y consulta, señala que uno de los pacientes que está a punto de pasar dejó de tomar un medicamento solo porque leyó en el prospecto que podría aumentar de peso. «Ese fármaco podría mejorarle su problema y prefirió no tomarlo ante la posibilidad de que pudiera engordar. La simbolización del aumento de peso es terrible».

Tallaje vanidoso

La industria textil también sabe mucho de símbolos y de la importancia de su etiqueta para vender. Por eso algunas tiendas han bautizado algunas tallas como «tallaje vanidoso». Bajo este calificativo tan glamuroso se esconde una simple argucia, la de crear a su clientela una falsa ilusión de lucir una talla más pequeña de la habitual.

Los centímetros en España no se cuentan en España de la misma manera en las marcas de ropa, sobre todo cuando se trata de vestuario femenino. La Organización Nacional de Consumidores (OCU) hizo un estudio con las marcas que más se vendían en España: Mango, Trucco, Promod, C&A, Benetton, Sfera y Adolfo Domínguez, entre otros. Se detectaron diferencias de hasta diez centímetros en la misma talla de una prenda. Eso significa que una 38 de una tienda podría ser una 42 en otra.

Caos en el tallaje español

El caos que existe en el tallaje español es algo conocido que desde 1999 se intenta resolver, sin éxito. Lo pidió el Senado y después la ministra socialista Elena Salgado impulsó un plan para unificar tallas y favorecer la lucha contra la anorexia. Consistía en conocer las medidas de una muestra representativa de la población femenina para favorecer la fabricación de ropa más cercana a la realidad española. Después se seguiría con los varones. Así nacieron las famosas mujeres «diábolo», «cilindro» y «campana » que presentó el entonces ministro de Sanidad, el investigador Bernat Soria.

El paso siguiente era crear nuevos tallajes con esa información y pasar de las tradicionales tallas a un código de tres cifras que reflejaran la estatura, la cintura y el contorno de cadera. Las principales empresas del mundo de la moda, entre elllas Mango, se habían comprometido a asumirlo de forma voluntaria.

Hoy ese proyecto está paralizado, cuatro ministros de Sanidad después y 1,8 millones de euros gastados.