La investigación de las muertes de Alcalá de Guadaíra busca más allá de la comida

Y es que la investigación apunta más a un agente tóxico , independiente o en relación con los alimentos consumidos en la noche del viernes por las víctimas, comida que según las pruebas recogidas en la vivienda habían sido adquiridos y estaban envasados y en buen estado .

Por la tarde comparecía la consejera de Salud de la Junta de Andalucía, María José Sánchez Rubio , para reclamar « prudencia » hasta que se conozcan las causas que han motivado estas tres muertes en un proceso «fulminante» que comenzó con sintomatología digestiva y fue irreversible nueve horas después.

«Han de estar tranquilos»

«Con la información que tenemos, los ciudadanos de Alcalá han de estar tranquilos, porque esto pasó el sábado y no ha habido ninguna sintomatología más », llegó a decir la consejera mientras los periodistas insistían con preguntas sobre los motivos de las muertes y Sánchez Rubio se escudaba en el secreto de sumario que ordenó el juzgado de instrucción 2 de Alcalá de Guadaíra, que investiga los hechos.

No se descarta ninguna hipótesis de trabajo a la espera de las analíticas, si bien en medios judiciales hay dudas sobre la idoneidad del secreto de sumario por los efectos de alarma social que pueden provocar al tratarse de una alerta sanitaria, lo que da pie a muchas conjeturas, señalaron fuentes de la Fiscalía de Sevilla.

La alerta sanitaria sigue vigente . En la vivienda, Salud Pública ha tomado muestras de alimentos, productos químicos, agua… si bien y por lo que respecta al pescado -alimento que al parecer ingirieron los tres fallecidos- únicamente llegó a señalar que se había inmovilizado una partida fuera del domicilio particular, al parecer en un supermercado donde la familia realizó su última compra. El pescado pudo ser cocinado en combinación con adobo casero.

En todo caso, como reiteraron ayer los familiares de las víctimas, la consejera insistió en que en el domicilio familiar había alimentos envasados, adquiridos en establecimientos y con sus fechas de caducidad adecuadas. «Era alimentación adquirida y no cogida en ningún otro sitio », recalcó Sánchez Rubio, quien aseguró que la familia atravesaba una situación de dificultades «pero no para tener que recurrir a buscar comida en los contenedores», como inicialmente apuntaron algunas fuentes. Una de las claves en la investigación es si la hija menor , que ha sobrevivido, comió pescado esa noche o sólo un bocadillo de jamón. La niña, de 13 años, fue ingresada en la UCI con síntomas más leves de los que se ha recuperado.

El suceso deja abierto asimismo otro debate, el de la asistencia sanitaria que recibió la familia que alertó a primera hora de la madrugada de los primeros síntomas y no fue evacuada a un hospital. El Defensor del Paciente ha pedido a la Fiscalía Superior de Andalucía que abra una investigación al entender que los fallecidos «deberían haber sido trasladados desde el primer momento a un centro hospitalario, en lugar de dejarlos en el domicilio». Según la consejera, se aplicó el protocolo.

Entre tanta falta de información oficial sobre lo sucedido, la tragedia sí provocó ayer numerosas reacciones políticas. Así, la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo , pidió la unión de todas las administraciones «haciendo un frente común contra la exclusión social»; el PP pedía un «pacto social» y una renta básica el Gobierno andaluz, mientras el coordinador de IU, Antonio Maillo , pidió cautela anter un hecho «terrorífico y trágico».