Un ejecutivo de Trump pidió ayuda a Putin en campaña para un negocio

Contactó tres veces con un asistente en el Kremlin a fin de construir una Trump Tower en Moscú

El vicepresidente de Trump Organization, Michael Cohen REUTERS

30/08/2017
Actualizado 31/08/2017 a las 11:23h.

El final de la historia está por escribir, y resta mucha investigación por delante, pero la presunta connivencia del equipo electoral de Donald Trump, la que se ha dado en llamar trama rusa , acumula datos para una posible causa. El último contacto conocido ... del entorno del hoy presidente con el de su homólogo Vladímir Putin fue el del vicepresidente de Trump Organization, el abogado Michael Cohen, quien escribió a Dmitry Peskov, asistente personal del presidente ruso , en enero de 2016. Entonces, Trump ya era formalmente aspirante a la nominación presidencial por el Partido Republicano. El objetivo del mensaje, transmitido mediante un correo electrónico que fue difundido por el propio Cohen, era retomar uno de los ansiados proyectos del magnate neoyorquino: construir una torre a imagen y semejanza de la Trump Tower en el centro de Moscú . En su misiva Cohen se expresa así: «Dado que este proyecto es muy importante, reclamo su ayuda. Y reclamo a las personas adecudadas, preferiblemente usted, para abordar los detalles necesarios (…)».

El e-mail del ejecutivo y abogado del hoy presidente estadounidense, del que acusaron recibo los investigadores del Congreso el pasado lunes, se ha convertido en la conexión más directa, de las que se conocen, entre un asistente de Trump y uno de Putin. Sin embargo, el ejecutivo rechazó durante su declaración en la sede del legislativo estadounidense haber recibido respuesta alguna de Peskov ni de otra persona destacada del Kremlin para hablar sobre el proyecto. Aunque destinado a la atención del asistente directo de Putin, al parecer el e-mail estaba dirigido a una cuenta de correo general del Kremlin.

Este último documento ha sido incorporado a la lista de contactos con los que cuenta la investigación del Consejo Especial, que lidera Robert Mueller , encargado de confirmar la interferencia rusa en la pasada elección presidencial. En su momento, las principales agencias de inteligencia norteamericanas llegaron a esa conclusión. Además, las pesquisas de Mueller se centran en probar si Donald Trump ha incurrido en un presunto delito de obstrucción a la Justicia. La investigación, dependiente del Departamento de Justicia, se lleva a cabo en paralelo en el Congreso.

Además del hecho concreto, el contacto del vicepresidente de Trump Organization con Peskov constituye un ejemplo más de que los negocios del magnate en Rusia se valían de las influencias del Kremlin como una decisiva forma de abrir camino. Según el relato de Cohen al Congreso, el de la Trump Tower estaba contemplado ya como un proyecto con licencia, en el que Trump había dado permiso para el uso de su nombre a la promotora rusa I. C. Expert Invesment Corporation. El paso anterior se había formalizado durante las tres conversaciones en torno al proyecto que Trump tuvo con su ejecutivo, en el mes de octubre de 2015. Entonces, el presidente de la compañía firmó una carta de intenciones con la que Cohen pudo poner en marcha el proceso de contratación de arquitectos para el proyecto y la discusión de las opciones financieras.

Sin embargo, el asistente de Trump concluyó con que el proyecto fue finalmente descartado, tanto por razones de financiación como por la falta de compromiso del Kremlin. Al tiempo, Cohen aseguró que su contacto «no estuvo relacionado en ningún momento con la campaña presidencial del señor Trump». Aunque su origen fue posible gracias a la intervención de Felix Sater, un hombre de negocios rusoamericano que sí prometió a Cohen que Putin «podría ayudar a ganar la elección al señor Trump».