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La UE se prepara para el escenario de ruptura con Grecia

Draghi pide que la decisión la tome el Eurogrupo e impulsa la idea de que los demás países refuercen el euro

La UE se prepara para el escenario de ruptura con Grecia efe

enrique serbeto

La Unión Europea se prepara para lo peor. Según la prensa alemana, ya tiene un plan para hacer frente a una situación de emergencia en el caso griego, ante la evidencia de que el acuerdo es ya prácticamente imposible con el actual gobierno. Y el principal punto de ese plan consiste en borrar la mala imagen que va a provocar la declaración de quiebra de Grecia con la adopción de un «salto cualitativo» hacia adelante en la construcción europea en dirección a la unión fiscal por parte de los demás países. El responsable del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi, que participa hoy en una reunión «de los cinco presidentes» de las instituciones comunitarias destinada precisamente a diseñar esta decisión estratégica, lo dijo en su comparecencia ante el Parlamento Europeo: «Especular (sobre la quiebra griega) nos lleva a un terreno desconocido. Ahora tenemos ciertos instrumentos que podemos usar como ya hemos hecho en circunstancias dramáticas como esta, pero a medio plazo ¿qué consecuencias tendría eso?», se preguntó Draghi antes de decirle a los diputados de la Comisión de Asuntos Económicos que frente a este desafío «deberíamos imaginar un gran salto adelante en nuestra Unión».

Draghi no quiso hablar en concreto del desenlace del caso griego, algo de lo que había conversado a mediodía en el almuerzo privado que mantuvo con el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker. Este le puso al corriente de los últimos e infructuosos intentos para llegar a un acuerdo con el Gobierno populista griego en los últimos días. Si el presidente de la Comisión fue la mitad de expresivo que sus portavoces, Draghi debe haber salido del almuerzo convencido de que hay muy pocas posibilidades de llegar a un acuerdo. En suma, la Comisión se ha declarado engañada y estafada por los responsables griegos y por el amateurismo de sus negociadores, a pesar de sus esfuerzos para explorar hasta el último indicio de solución. Juncker decidió el domingo que su mediación había fracasado.

Los diputados le preguntaron a Draghi en todas las lenguas qué pensaba hacer ante esta situación y reiteró que en la búsqueda de un acuerdo «la pelota está en el tejado del Gobierno griego» y que es necesario «un acuerdo lo antes posible». Pero cuando le insistieron sobre el papel de la institución que preside apoyando el sistema financiero griego (y evitando de hecho el colapso de la economía helena) a través del programa de emergencia, Draghi dijo que no tenía ninguna intención de ser él quien apriete el interruptor y apague las luces del ministerio griego de Finanzas. «Esa decisión -dijo- la deben tomar los dirigentes electos, no el BCE». Es decir, el Eurogrupo de este jueves en Luxemburgo.

Después del fracaso de las negociaciones este fin de semana y teniendo en cuenta la actitud del Gobierno populista griego diciendo que son ellos quienes esperan una propuesta de sus acreedores, queda claro que el Eurogrupo será, en efecto, una reunión crucial, mucho más que cualquiera de las muchas que hasta ahora se han hecho pasar como definitivas.

El diario alemán «Suddeutsche Zeitung» publicaba ayer un análisis citando fuentes europeas y alemanas en el que aseguraba que los socios de Grecia ya han pactado un plan de contingencia para el caso de que en la reunión del jueves no se llegue a un acuerdo, como todo parece indicar.

Cumbre extraordinaria

En caso de que se llegase a esa situación, se convocaría una cumbre europea de urgencia para que fueran los jefes de Estado o de Gobierno los que tomen la doble decisión de anunciar en qué situación queda Grecia , mientras que el resto de países intentaría compensar la mala reputación de la caída de un miembro de la moneda única, lanzando el mensaje político de que el resto de los países siguen adelante con una unión económica más estrecha y firme.

En cuanto a lo que pasaría con los griegos, el plan prevé que la cumbre extraordinaria tuviese lugar durante el fin de semana, para poder tomar la decisión de implantar un control de capitales después de un periodo en el que las entidades bancarias estuviesen cerradas. De modo que el lunes próximo los cajeros tendrían una limitación de uso para evitar la estampida de fondos desde las cuentas corrientes, como sucedió hace dos años en Chipre.

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