Historias del Backstage: Ion Fiz

En el camerino se presenta una organización visual de la colección. Las paredes se cubren con fotografías de los looks que van a salir a pasarela, siempre en orden. Servirán de guía a todo el equipo del modisto. Cada colgador de ropa contiene las piezas que llevará una modelo determinada, con su nombre, la foto del fitting –que es el modo en que tiene que vestirse- y los accesorios que debe llevar. Zapatos, sombreros, bolsos o joyas, todo debe estar en orden para facilitar el trabajo de la ayudante que asistirá a cada una de las modelos. [ Toda la información sobre la Mercedes-Benz Fashion Week ]

Los arreglos de última hora son múltiples: hay que reparar o modificar algunos detalles. Las modistas están al tanto de todo. Las planchadoras dan los últimos toques a las prendas. Todo debe lucir impecable.

Las modelos pasan por peluquería y maquillaje. Cada creador se decanta por un tipo de peinado, que tenga cierta relación con la temática de su colección. El maquillaje se elabora siguiendo las instrucciones precisas de cada modisto. En este caso, los recogidos son sencillos y el maquillaje incluye unas cejas doradas que unifican la imagen de todas las modelos.

Hoy abre el desfile de Ion Fiz la presentadora Raquel Sánchez-Silva, clienta y amiga del creador. Finalizados los retoques, las modelos pasan por el camerino donde a cada una se le asigna una ayudante para vestirse. Por discreción, nos piden permanecer fuera del recinto. La agitación en máxima.

Poco a poco se va creando una fila tras el escenario, en la que las modelos toman su orden de salida. Peluqueros, maquilladores y modistas dan su último retoque. Laca, barra de labios, un sombrero de última hora…

El panel de instrucciones, justo antes de la salida a la pasarela, indica el tempo, el modo de desfilar y algunos detalles que el creador considera consejos importantes. Los momentos previos al desfile, son de concentración y nervios.

Y sale Raquel Sánchez Silva. El público, cuando la reconoce, comienza a aplaudir. La colección, exquisita y atemporal, cuenta con colaboraciones de Aurora Maroto en la peletería, Biliana Borissova en los sombreros y bolsos de Raquelitoh.

Todo calma en la pasarela, pero entre salida y salida, las modelos corren hacía el vestuario para cambiarse a toda velocidad y volver a salir al estrado.

El vestido de novia cierra, como siempre, el desfile. El paseíllo final es un éxito. Ion Fiz sale a saludar con discreción y se despide entre aplausos. Besos, felicitaciones y saltos de alegría. Empieza la cuenta atrás para el siguiente desfile.