La Generalitat inyecta 20 millones para «blindar» TV3

Esta modificación, según se ha alertado desde la dirección de la CCMA y de TV3 en particular, amenazaba con desequilibrar el presupuesto y ponía en peligro parte de la producción propia y de contratación de programas de de la emisora. La modificación del IVA ordenada por el en ese momento ministro Cristóbal Montoro, aunque afectaba a todas las televisiones autonómicas, fue leída en el campo soberanista como un intento de ahogar los medios de la Generalitat, convertidos en altavoz del «procés». En un lugar destacado de los programas electorales de los partidos soberanistas figuraba dotar a TV3 de un presupuesto que le permitiese seguir liderando. TV3 como «estructura de país».

«Queremos evitar que la programación de otoño se vea perjudicada», anunció ayer la portavoz del Ejecutivo catalán, Elsa Artadi. Con un presupuesto prorrogado de 306,9 millones de euros -de los cuales 230,4 son de aportación pública-, la CCMA ha visto como para 2018 la disponibilidad de gasto se reducía en 39,4 millones: 20,4 por la citada modificación del IVA, 12 por la caída de ingresos de publicidad y siete para hacer frente al déficit del pasado año, que por ley se debe compensar en el primer trimestre de este año.

Tal y como anunció la semana pasada el entonces presidente en funcines de la CCMA Brauli Duart -ahora es el número dos de la consejería de Interior-, en una comparecencia parlamentaria, la situación de los medios públicos de la Generalitat es «extremadamente compleja y delicada». El director de TV3, Vicent Sanchis, indicó por su parte que si «no se encuentra una solución», algunos programas o series de ficción se tendrán que aplazar en la programación de la próxima temporada o incluso no se podrán hacer. Desde la dirección de los medios públicos catalanes se subraya el «inédito ejercicio de austeridad y contención llevado a cabo», pasando de un prespuesto en 2010 de unos 400 millones a los 300 actuales.

Los problemas económicos de TV3 son tan acuciantes como duras son las denuncias de los partidos constitucionalistas sobre lo que se considera una cadena parcial, de parte, sin la que en realidad el proceso soberanista no explicaría. En la misma comparecencia parlamentaria en la que sus gestores denunciaron sus apuros económicos, Cs, PSC y PP por ejemplo denunciaron que TV3 se ha convertido en un «reality» del expresidente Puigdemont.

Con una plantilla de unos 2.000 trabajadores, TV3 está lejos del «share» del 20% que alcanzaba en 2003. No obstante, en los últimos meses, coincidiendo con un repunte de la información política, la cadena se ha recuperado y es líder con una cuota en mayo del 14,8%, cinco puntos más que A3.