Díaz contra Sánchez: la guerra sigue

Estas declaraciones se han conocido por unas grabaciones difundidas por la Cadena Ser . Díaz también se opuso a llegar a la Moncloa de la mano de Podemos: «Un gobierno de coalición con Podemos no lo veo. No lo veo». Si públicamente Díaz la presidenta de la Junta ha tratado de disimular su oposición a la estrategia de Sánchez, esta filtración deja claro cuál es su postura.

La guerra abierta que libran ahora Sánchez y Díaz se remonta a meses atrás. El 30 de enero de 2015, la presidenta andaluza se ausentó de la Conferencia Autonómica que celebró el PSOE en Valencia. Alegó que tenía gripe y mandó a Micaela Navarro en su lugar.

Durante las elecciones andaluzas, con la previsión de lograr unos buenos resultados, Díaz hizo todo lo posible para que Sánchez no participara en su campaña. Al final, el líder del PSOE acudió a dos mítines, uno en una localidad pequeña y otro en Sevilla, el de cierre de campaña.

En las elecciones autonómicas Sánchez y Díaz Solo coincidieron en un mitin que, en contra del criterio del líder del PSOE, se celebró en Alcalá de Guadaíra. Sánchez prefería Dos Hermanas. Sin la compañía de la «baronesa» andaluza viajó por todas las provincias de la comunidad.

Estos han sido los gestos con los que Díaz ha tratado de minar la autoridad del secretario general del PSOE. También lo ha hecho con declaraciones públicas. La presidenta de la Junta ha menospreciado los mensajes de la dirección para la unidad al calificarlos como «líos de partido» y ha reclamado su independencia: «No voy a dejar que nadie le diga a los andaluces lo que tenemos que hacer».

En los últimos 16 meses, Díaz no ha dejado de exhibir en estos 16 meses el poder del PSOE andaluz , más de la cuarta parte de todo el partido. Un tiempo en que Sánchez ha tomado decisiones tan drásticas como apartar Tomás Gómez del liderazgo del PSM, que se interpertó como un movimiento para cargarse a un afín a Díaz, lo mismo que la posterior sustitución de Antonio Miguel Carmona como portavoz en el Ayuntamiento de Madrid.

El último objetivo de Díaz era adelantar la fecha del Congreso para elegir al secretario general, de forma que si Sánchez no llega a un acuerdo para su investidura, el PSOE pudiera cambiar a su candidato en unas nuevas elecciones. El líder del PSOE, sin apoyos, accedió a este adelanto, pero contraatacó con el anuncio de que consultará con la militancia cualquier pacto de gobierno .

Sánchez se asegura así no estar atado a la opinión de los «barones», que no quieren que se apoye en Podemos ni en los independentistas. Se supone que las bases sí lo aceptarían, y Ferraz interpreta que ningún dirigente socialista se atreverá a ir en sentido contrario al de la militancia. Fue en ese Comité donde, a puerta cerrada, Díaz le dijo a Sánchez que es el responsable del peor resultado electoral del PSOE. La guerra sigue.