La «intrahistoria» del ingreso de Matas en prisión

Matas llegó a la cárcel segoviana en un vehículo privado, acompañado por su mujer y uno de sus hijos. Descendió del coche y con paso firme y decidido se dirigió hacia la entrada de la prisión. Portaba dos bolsas de viaje y una pequeña libreta en las manos. El documento que presentó Matas al funcionario que le recibió fue una copia impresa de la sentencia del Tribunal Supremo que en julio del pasado año había fijado para él una pena definitiva de nueve meses de cárcel en lugar de los seis años dictados por la Audiencia de Palma inicialmente. El exhorto que ayer debía recoger Matas personalmente en la Audiencia de Madrid será enviado ahora de manera directa a la prisión.

En estas últimas semanas, se había dado casi por seguro que el exdirigente popular ingresaría en un centro penitenciario de Madrid, pero finalmente ha optado por el de Segovia, por su relativa proximidad a la capital de España y porque se trata de un centro pequeño y tranquilo, con unos 570 internos en estos momentos, factores que pueden ayudar a la recuperación física de Matas, todavía convaleciente de una reciente operación en el oído. A partir de ahora, la actual abogada de Matas, Pilar Gómez Pavón, estudiará si dentro de un tiempo pide o no para su cliente el denominado tercer grado, que supondría que sólo debería ir a dormir a la prisión.

Por otro lado, enseguida que se confirmó ayer por la tarde que Matas había ingresado en la cárcel , empezaron a circular por las redes sociales cientos de comentarios con críticas muy duras hacia el también exministro de Medio Ambiente. En algunos de esos comentarios se pedía al exmandatario balear que devolviera el supuesto dinero que habría robado, que estaría en presuntos paraísos fiscales, al mismo tiempo que se afirmaba que su antigua condición de político le habría favorecido o beneficiado ahora.

Cabe recordar, sin embargo, que Matas fue condenado en este caso concreto únicamente por tráfico de influencias, no por malversación de fondos públicos ni por fraude. Además, a ello habría que añadir que la práctica totalidad de las penas inferiores a dos años normalmente no suponen el ingreso en la cárcel de la persona condenada, algo que sin embargo no ha ocurrido en el caso de Matas.

En este contexto, el presidente de la Audiencia Provincial de Palma, Carlos Gómez, ha confirmado este martes en declaraciones al canal autonómico IB3 que «cuando la pena es inferior a dos años, lo más frecuente es que se le dé a la persona condenada lo que denominamos la remisión condicional de la pena». En el caso de Matas esta situación no se ha dado, «por unas consideraciones de ejemplaridad», porque la Audiencia de Palma piensa que los políticos, por los cargos que ostentan, tendrían que mostrar una actitud ejemplar en el desempeño de su labor.

En esa misma línea, Gómez ha añadido que «por tanto, casi diríamos que es a la inversa de lo que a veces se dice» con respecto a los supuestos beneficios que recibirían de la Justicia las «personas poderosas». Así, en el caso concreto a Matas, «se le ha tratado con una justicia más estricta que a un ciudadano normal».