Seis comunidades encienden las luces de alarma en el PP

Pérdida de confianza. El Partido Popular ha perdido 2,6 millones de votos desde las anteriores elecciones europeas (2009). Son 16 puntos en porcentaje de voto, lo que se traduce en ocho eurodiputados menos (se queda con 16 de 54). Buena parte de su electorado se ha abstenido en estas elecciones y ha retirado su confianza del partido en el Gobierno. Un pequeño porcentaje ha encontrado acomodo en formaciones minoritarias (como Vox, sin escaño), pero la mayoría se ha quedado en casa y ha enviado un primer aviso serio a los populares, que confían en recuperar ese apoyo según avance la recuperación económica.

En siete de las ocho provincias. El estreno de Juan Manuel Moreno como presidente del PP andaluz no ha sido positivo. En las últimas elecciones autonómicas (2012), el PP fue el partido más votado, con unos 43.000 votos más que el PSOE. El domingo pasado, los socialistas vapulearon al PP, con casi 250.000 votos más y una diferencia de 10 puntos en porcentaje de voto. Mariano Rajoy confiaba en obtener un buen resultado en esta Comunidad, según confesó a los periodistas en Cuenca, después de un mitin electoral. Pero al día siguiente, el PP tuvo un sonoro «pinchazo» en el acto electoral central de Sevilla, que no hacía presagiar nada bueno. Tres días después, en Málaga, feudo de Moreno, los populares hicieron un importante esfuerzo de movilización para hacer una demostración de fuerza y llenaron un pabellón de deportes para recibir al presidente Rajoy. Solo fue un espejismo.

El PP ha perdido en siete de las ocho provincias andaluzas: todas menos Almería. En Málaga, la plaza fuerte del nuevo presidente regional del PP, el PSOE ha ganado por 21.000 votos y casi cinco puntos de diferencia (en las anteriores europeas, los socialistas también ganaron, pero apenas por mil votos). El pésimo resultado del PP en Andalucía augura un largo camino a la nueva dirección del partido hasta que logre consolidarse y vuelva a obtener una victoria como la histórica de 2012.

El PSOE, primer partido. En las elecciones autonómicas de 2011, el PP fue el partido más votado en Extremadura, se quedó a un diputado de la mayoría absoluta, pero pudo llegar al poder gracias a la abstención de IU. En las europeas , los socialistas han vuelto a ponerse por delante y son, de nuevo, el primer partido en la región. El PSOE supera al PP por 12.500 votos. La otra cara de la moneda es que en 2009 los socialistas ganaban por 20.200, es decir que en las europeas el partido de Monago ha reducido la distancia. La derrota del PP, sin embargo, supone un aviso ante un posible cambio en la tendencia del voto en esta Comunidad Autónoma. El PP, además, es el primer partido en la provincia de Cáceres, pero solo por siete votos respecto a los socialistas.

Sin mayoría absoluta. Los populares insisten en que no puede extrapolarse el resultado de las europeas a otro tipo de comicios, ya sean generales o autonómicos. Pero hay un dato cierto: el PP venció por mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid en las europeas de 2009, como había ocurrido en las autonómicas de 2007 y más tarde en 2011. El pasado domingo, sin embargo, esa mayoría absoluta desapareció . De hecho, con el resultado obtenido, la izquierda podría gobernar en la Comunidad de Madrid, uno de los feudos más sólidos del PP en las últimas décadas. Los populares sumaron el 29,88 por ciento de los votos en esta región, un resultado menor que el obtenido por el PSOE en las autonómicas en 2007 y 2011, cuando sufrió un revés importante y se quedó muy mermado en la oposición. Pierden 451.664 votos respecto a las anteriores europeas y unos 20 puntos en porcentaje de voto. El derrumbe mayor que sufre el PSOE (pierde 396.677 votos y casi 17 puntos) no puede servirles de consuelo, pues la suma de la izquierda podría desbancarles del poder. El Parlamento regional quedaría más fragmentado, pues entraría Podemos, mientras que Ciudadanos y Vox se quedarían a las puertas.

Pérdida de 235.000 votos respecto a 2009. No menos preocupante para el PP es la situación que se presenta en Madrid capital, donde los populares han perdido 235.000 votos respecto a las anteriores europeas y se quedan muy lejos de la mayoría absoluta, con un 32,43 por ciento de los votos, aunque sigue siendo la primera fuerza política. Ganar en Madrid en 2015 es crucial para el PP, y para la elección del cabeza de cartel se elegirá «al mejor», como se ha advertido desde la dirección del partido. Los resultados tanto en la Comunidad como en la capital abren ahora el debate sobre las posibilidades que tendrían los actuales dirigentes, Ignacio González y Ana Botella. La abstención ha subido especialmente en la capital (casi cuatro puntos más, o lo que es lo mismo votaron 54.000 personas menos que en 2009), mientras que en el conjunto de España la participación había subido ligeramente, algo que podría atribuirse en parte a la final de la Liga de Campeones en Lisboa el día anterior a las elecciones, que movilizó a decenas de miles de madrileños.

Por debajo del 10 por ciento. En las anteriores elecciones europeas, en 2009, el PP era la tercera fuerza política en Cataluña, detrás del PSC y CiU. Cinco años después, ha bajado a la quinta posición, y ha pasado del 18 al 9 por ciento del voto emitido. En total, han sido 108.000 votos menos, que han situado a la formación de Alicia Sánchez-Camacho por detrás de ERC, CiU, PSC e ICV . Un resultado inquietante para el Ejecutivo de Rajoy y el PP, en pleno desafío independentista. En esta Comunidad la participación ha subido casi 11 puntos, lo que ha podido beneficiar claramente a las fuerzas secesionistas, que han aprovechado estos comicios para mostrar músculo político.

Casi medio millón de votos menos. Otros de los feudos más sólidos hasta ahora del PP, la Comunidad Valenciana y su capital, Valencia , han supuesto otro retroceso importante en número de voto para los populares. El 52,23 por ciento que consiguió el PP en las europeas de 2009, solo superado en la Región de Murcia (61,51 por ciento), es cosa del pasado. Ahora, los populares tienen que conformarse con un 29,09 por ciento (23,14 puntos menos), con una pérdida de 477.000 votos, que les deja lejos de la mayoría absoluta, aunque siguen por delante del PSOE. La izquierda sumaría en este momento mayoría en esa región. La situación se reproduce, casi de forma idéntica, en la ciudad de Valencia, con una mayoría, pero simple y muy por debajo de la de otros tiempos, del PP.

Solo 77.000 votos. El PP vasco apenas ha conseguido 77.400 votos en su Comunidad Autónoma, frente a los 208.000, por ejemplo, que sumó la primera fuerza, el PNV. Supone una pérdida de 40.000 papeletas respecto a las últimas europeas, lo que sitúa a los populares en cuarto lugar, después de PNV, Bildu y PSE. Con un resultado así, la presencia del PP en el Parlamento autonómico apenas tendría peso, frente a un predominio evidente de los nacionalistas y soberanistas. Un problema para el Gobierno popular que se suma al que ya tiene en Cataluña. El PP tiene otro motivo para preocuparse: en Álava, donde tradicionalmente había obtenido los mejores resultados, ha caído al tercer lugar, al pasar de 25.142 votos (2009) a 16.978 (2014). En Vitoria, el PP mantiene el tipo a duras penas y es el más votado, pero solo por 76 votos respecto a Bildu.

Nuevo suspenso del PP. Las distancias se mantiene entre el PSOE y el PP en Asturias: unos ocho mil votos de diferencia a favor de los socialistas tanto en 2009 como en 2014. Con un matiz: ambas formaciones han perdido prácticamente la mitad de apoyos. El pulso asturiano continúa.