La comparecencia de la Infanta, marcada por un gran operativo mediático y policial

En este sentido, nunca hasta ahora se habían acreditado en Palma de Mallorca tantos periodistas, alrededor de 300 pertenecientes a un total de 90 medios, si bien desde hace años la ciudad está acostumbrada, en cambio, a notables despliegues policiales en ocasiones puntuales y por muy diferentes motivos. Así ocurre por ejemplo cada verano con la llegada desde la Península de efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP), que se ocupan de velar por la protección de los turistas y de la Familia Real durante sus estancias en el Palacio de Marivent.

En esa misma línea, aún se recuerdan en la capital balear dos eventos que contaron con sendos dispositivos de seguridad sin precedentes hasta entonces y que obligaron, como pasará este sábado, al cierre de algunas calles y a prohibir el estacionamiento en otras. El primero fue la visita privada que en julio de 1997 hicieron a Mallorca el entonces presidente norteamericano, Bill Clinton, y su esposa, quienes acompañados por los Reyes recorrieron a pie el casco histórico de la ciudad. El segundo tuvo lugar una década después, en enero de 2008, cuando Palma acogió una cumbre bilateral entre España y Alemania, con la presencia del entonces presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, y de la canciller germana, Angela Merkel, quienes entre reunión y reunión tuvieron tiempo para visitar diversos espacios históricos y emblemáticos de la capital, como por ejemplo la Catedral palmesana.

En esta ocasión, sin embargo, se trata de la comparecencia judicial de la hija menor del Rey , por lo que la preocupación acerca de posibles incidentes por parte de organizaciones antimonárquicas está bien fundamentada. De ahí la presencia de más de 200 efectivos policiales en Palma en estos momentos.

Por su parte, la Delegación del Gobierno sólo ha autorizado una única concentración ante los Juzgados, promovida por la federación isleña de la Unidad Cívica por la República (UCR), si bien se da prácticamente por seguro que habrá otras concentraciones no autorizadas, en las que podrían participar integrantes de grupos antisistema y de organizaciones independentistas radicales.

En estos últimos años ha sido habitual en Palma que haya incidentes graves en la celebración de la Fiesta del Estandarte, en la que se conmemora la liberación de la ciudad por el rey Jaime I de Aragón, con actos vandálicos como la quema de banderas españolas o el lanzamiento de objetos contra las autoridades municipales por parte de miembros de organizaciones de carácter extremista y violento.

Más recientemente, en estos últimos meses, ha habido también varios actos vandálicos contra la sede central del PP en Baleares y uno contra el edificio del Obispado de Mallorca, con pintadas intimidatorias.