Interior traslada al comisario condenado por el chivatazo a un puesto burocrático
Jorge Fernández Díaz había afirmado tras la sentencia que no se tomarían medidas hasta que se pronunciara el Supremo
pablo muñoz
La Dirección General de la Policía ha decidido relevar al comisario Enrique Pamiés como jefe de la Comisaría de Huesca para trasladarlo a un puesto burocrático en Zaragoza, en concreto secretario general de la Jefatura Superior de Aragón. La decisión de Ignacio Cosidó ha sorprendido ... en los medios policiales consultados por ABC porque tras la sentencia de la Audiencia Nacional en la que Pamiés fue condenado por el caso del chizatazo el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, afirmó que no adoptaría ninguna decisión en torno a los condenados hasta que esta sentencia fuera confirmada por el Alto Tribunal. «Cuando sea firme porque se han agotado los recursos a los que tengan derecho los interesados y los ejerzan, cuando ese fallo sea definitivo y se nos haya notificado, se cumplirá. Hasta que no llegue ese momento no vamos a tomar ninguna decisión en el Ministerio», afirmó el pasado 16 de octubre.
Solo un mes después, el criterio parece haber cambiado sin que hayan trascendido las razones. Si bien es cierto que no se aplica al comisario ninguna sanción, no lo es menos que el pasar de mandar una comisaría provincial a desempeñar un destino burocrático en otra ciudad puede entenderse como un castigo. Así, al menos, lo consideran las fuentes policiales consultadas por ABC que no entienden por qué se ha tardado este tiempo en tomar una decisión como ésta si se consideraba que lo más prudente tras la sentencia era retirarle de un puesto operativo.
Enrique Pamiés ha sido durante décadas un policía decisivo en la lucha contra el terrorismo y tanto con gobiernos del PSOE como del PP ha desempeñado puestos clave, de la máxima confianza de los distintos ministros del Interior. Este comisario ha hecho toda su carrera en el País Vasco, donde fue jefe superior hasta el comienzo de la legislatura, y en ese tiempo ha desarticulado medio centenar de comandos etarras.
En el juicio por el chivatazo, en el que fue junto con el inspector jefe José María Ballesteros fue condenado a dos años de cárcel por revelación de secretos aunque se le absolvió del delito de colaboración con banda terrorista, Pamiés negó haber dado el chivatazo: «No hubiera admitido una orden política como esa», afirmó entonces.
La defensa de los policías ha recurrido la sentencia ante el Tribunal Supremo, que ahora tiene la última palabra.
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