EL ARPóN
El caso de Blanco
Ya veníamos intuyendo que lo de Blanco podía ir poniéndose negro
ángel Antonio Herrera
Dice José Blanco que él se queda, hasta que se abra juicio oral . La decisión se le antoja a Elena Valenciano «razonable y respetable», aunque la Fiscalía propone un juicio por «tráfico de influencias». La dimisión es higiene de la vida pública, pero se ... ha hecho costumbre dimitir al última hora, cuando ya no queda otra, da igual que miremos a izquierda o a derecha. En lo de Blanco hablamos del caso «Campeón», en donde se investiga lo de siempre: ver si hubo o no hubo tratos con trinque. Ya veníamos intuyendo que lo de Blanco podía ir poniéndose negro, y en marcha va ya la Justicia,que es quien aquí administra las dimisiones, y no la pura vergüenza torera de irse por pulcritud del empleo político. En España aún nos damos muy buena maña para el tráfico de amigos y otras amenidades, y esto tendrá mucha tradición, pero poca democracia. Más bien ninguna. Tiempos hubo en que un concejal, por ejemplo, era un chollo. Chollo para el concejal y chollo para alguna peña, que solía dedicarse alegremente a poner pisos, incluido el concejal o quizá no. No diremos que José Blanco, «ex» ministro y político a la espera, ha incurrido en delito, porque para eso está la Justicia, pero el asunto de supuesta corrupción ya tiene mucha portada. Y luego ya veremos. Porque veremos. Entretanto, Blanco a lo suyo, o no tanto. Según él no había caso.
El caso de Blanco
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete