«La recuperación de España ha sido un pequeño milagro»

-España, a todas luces, vuelve a despertar el interés inversor...

-Los mercados siempre están interesantes, inciertos y volátiles. Pero dentro de que siempre cumplen estas tres premisas, el momento actual sí es especialmente bueno e interesante.

-Que viene dinero de fuera, está claro, pero ¿hay dinero en España?

-Sí, si bien ha cambiado la tipología de inversor, o, desde nuestro punto de vista, de cliente. Se trata de un empresario de éxito, ya no es, por ejemplo, la imagen del «rentista», «hijo de» o «nieto de» que ha heredado una cantidad importante de dinero. El 99% de nuestros clientes son empresarios que han hecho dinero por sí mismos. Hay que tener en cuenta que las cifras macro se hacen a base de sumar muchas pequeñas historias micro. España es un país que ha pasado de tener un 23% de su economía en el sector exterior en 2007 al 36%, y eso significa que hay gente que vende un 50% más de lo que vendía en ese momento. Es una certeza que hay muchos empresarios españoles que se han liado la manta a la cabeza y venden ya al exterior, y en diferentes sectores.

-¿Pymes sobre todo?

-Hay de todo, pero más empresas de tamaño medio de lo que muchos piensan. No son negocios «pelotazo», pero se gana dinero.

-Entonces, es cierto que el sector exterior es el que está tirando de la economía española

-Sí, sí. Y las cifras están ahí para constatarlo. España ha pasado de tener un déficit en sus cifras de balanza por cuenta corriente de algo más del 11% a un superávit del 1,6% del PIB. Lo de este país (su recuperación) ha sido un pequeño milagro.

-Hay un claro cambio de modelo productivo del sector constructor-inmobiliario al industrial…

-Tampoco hay mucha más alternativa, y tenemos que aprovechar las ventajas competitivas actuales. Algunos empresarios israelíes con los que me he reunido dado su interés por invertir en España, advierten de que el momento actual español es similar al vivido por su país hace diez años, en la que por cuestiones de necesidad tienes que innovar. Pues bien, una de las razones por las que estos empresarios son optimistas con la posibilidad de invertir en España es porque tenemos el coste de ingeniero medio más bajo de Europa. Es decir, cuentas con profesionales cualificados pero con un coste bajo, lo que da un nivel de competitividad muy importante. Además, no hay que olvidar que nuestro actual modelo de financiación a la innovación está inspirado en el israelí.

-Se percibe entonces que el país ha cambiado significativamente...

-España ha pasado de ser un país apoyado en crédito, financiación externa, de ser el consumidor de Europa, a un modelo en el que por razones que no han sido las ideales se ha visto forzada a tener un modelo mucho más austero, en el que se autofinancia, con stock de deuda pero sin aumentarla, y aprovechando las múltiples ventajas competitivas actuales.

-¿Cumplirá entonces el país las previsiones del Gobierno comprometidas con Bruselas para 2014 y 2015?

-Es más que factible. El crecimiento económico en España este año y el que viene rondará el 1,5%. La previsión para 2014, desde mi punto de vista, es particularmente optimista, pero sí hay razones, sobre todo por ajuste del crédito de los últimos años, que hace que sea muy posible que veamos un crecimiento económico este año del entorno del 1%. Es muy importante no si España se desapalanca o no, sino la velocidad a la que lo haga. Todo indica que la situación del crédito en España está empezando a mejorar. Problablemente no volvamos a ver los niveles de crédito precrisis pero el crédito a empresas y a particulars ya existe. De hecho, los planes de negocio de cualquier banco español apuestan por el crédito a pymes o personales. Los bancos lo que gestionan ahora es una cierta limitación del crédito pero en un entorno mucho más racional. Ya no se cuestiona su capacidad de financiación en el exterior y decide además a quién se lo presta. El que una economía como la española se esté desapalancando tan rápidamente indica que se puede ser optimista de cara a tener crecimiento, algo que redunda en la creación de empleo, que ya se está dando.

-Hablando de la banca española, ¿pasarán todas las entidades los test de estrés europeos o habrá algún suspenso?

-No habrá grandes sorpresas, pero sí algún suspenso. Desde el punto de vista de la predisposición del inversor de cara a los resultados de estas pruebas, son cualitativamente mejores que las que podrían ocurrir en las otras dos pruebas anteriores. Ahora las cosas van bien, y los escenarios con los que analizarán a la banca nos retrotraerán a una situación previa mucho peor que la que estamos percibiendo. En España la situación del sector ya no es particularmente preocupante.

-Y en Europa, ¿habrá sorpresas?

-Para que los test de estrés tengan credibilidad, alguien tiene que suspender. Y alguien suspenderá, y es posible que en algún país «core».