Inyección de más de diez mil millones para financiar la economía portuguesa

Después de dos años de recortes y medidas asfixiantes el Gobierno portugués ha decidido dar ayudas a quien más puede ayudar a recuperar la economía: las pequeñas y medianas empresas . Entre este año y el próximo la Caixa Geral de Depósitos (CGD), tendrá 3,5 mil millones de euros para financiar empresas, se va a crear una institución financiera de desarrollo, agregando fondos entre 4 y 6 mil millones, se va a lanzar una línea PYMES Exportaciones, con mi millones de euros. Además, para mejorar la inyección de las condiciones de financiación, el Ejecutivo luso quiere reducir los «spreads» o intereses cobrados por los bancos .

Recién aprobado este documento y anunciado a la comunicación social, se ha enviado en primera mano a los agentes sociales y a los partidos para después darse a conocer íntegramente a los portugueses. El Gobierno ha cambiado de discurso, hace falta “ diálogo social y político ”, afirma Santos Pereira, quien espera que “la contribución de los agentes sociales mejore todavía más el documento”.

Para comenzar, este año la CGD tiene que liberar mil millones de euros para que los empresarios “creen buenos negocios”, cantidad que el próximo año se verá reforzada con otro montante superior de 2,5 millones. Simultáneamente el Ejecutivo creará “una institución financiera de desarrollo”, una “institución sin sucursales” que complementará la actuación del banco del Estado. A corto plazo se pretende igualmente elaborar una línea de crédito «Pymes exportaciones» dirigida a las pequeñas y medianas empresas que tendrá 500 millones este semestre y que según el ministro de economía puede llegar “hasta los mil millones de euros”. Esta línea “pretende colmatar uno de los problemas” de las entidades que no consiguen “crédito necesario” para comprar, entre otras cosas, las materias primas.

Bajar el diferencial

En lo que se refiere a los beneficios de los bancos con los negocios de las empresas, «todavía son bastante elevados en relación a otros países», por lo que se van a ver obligados a bajar los spreads o el sobrecoste que paga por la deuda para «mejorar las condiciones de financiación actuales a medios plazo de las empresas nacionales».

El Gobierno cuenta con llegar al 2020 con exportaciones que representen el 50% del Producto Interno Bruto (PIB), en comparación en los 29% apuntados por el Ejecutivo en el periodo entre 2000 y 2010. Se pretende para ellos reducir un 50% la tasa de las actividades portuarias «para bajar el coste de las exportaciones portuguesas». Según el ministro de Economía «tenemos varias medidas para fomentar, promover la diplomacia económica, que buscan mejorar la articulación entre varias actividades». Además existen incentivos «a nivel financiero y fiscal para conseguir aumentar esa internacionalización». Con la esperanza de agilizar la inversión ya este año quieren proceder a una reforma del impuesto de las empresas (IRC), que permita un descenso significativo de la tasa. Quieren cortar igualmente en la burocracia e agilizar las inversiones que está paradas hace más de doce meses.

«Todo ha sido planeado escuchando a la sociedad civil», a segura Álvaro Santos Pereira. «Pasamos los últimos meses escuchando a nuestros socios y este documento irá a consulta pública», asegura el ministro. Dentro de la oposición hay quien acuse al Gobierno de presentar un plan con poca credibilidad viendo difícil que los bancos acepten bajar su margen de beneficio. Para el Partido Socialista este conjunto de ideas « revela incompetencia, arrepentimiento e incompetencia». En el sector empresarial se ha recibido bien la noticia pero con recelo, a la espera de ver medidas y resultados concretos. En general, se recuerda al Gobierno que a pesar de la importancia de las exportaciones en la recuperación de la economía son muchas más las pymes cuyo negocio se reduce a territorio nacional y están sufriendo gravemente las consecuencias de la crisis.