suplemento empresa
«El pago por uso de las infraestructuras es lo más equitativo»
Juan Lazcano, vicepresidente de la CEOE y presidente de la CNC, asegura que «en España no se podrá recuperar el empleo sin contar con el sector de la construcción»
javier tahiri
Inversión pública como puente hacia el crecimiento. Frente al recorte aplicado por el Gobierno al gasto en obra civil, el presidente de la Confederación Nacional de la Construcción y vicepresidente de la CEOE, Juan Lazcano, indica que «en España no se podrá recuperar el empleo ... sin contar con la construcción». Recuerda que «con el lastre de la burbuja del ladrillo, parece que se ha olvidado que la construcción es una industria con un efecto arrastre impresionante sobre otros sectores». A pesar del exceso de inversión en determinadas infraestructuras, Lazcano lamenta que en otras, como el transporte ferroviario de mercancías, «aún quedan muchas cosas por hacer».
-Reclama un aumento de 10.000 millones para inversión pública en obra civil. ¿Por qué esa cifra?
-Desde 2010 el recorte de la consolidación fiscal se ha cebado con las infraestructuras. Entre 2008 y 2012, nuestro sector ha perdido 160.000 empresas y desde 2007 tenemos un 66% menos de afiliados a la Seguridad Social, una reducción que es del 30% en el caso de los autónomos. Cifras escalofriantes que indican que no puede haber una buena consolidación fiscal si no se prevén medidas de crecimiento a través de un mantenimiento de la inversión pública, un requisito que acaba de hacer la patronal europea, Business Europe, para el Consejo de primavera. Hay que recortar gasto improductivo. Si pedimos 10.000 millones es porque hay una cartera de inversión sin ejecutar de 30.000 millones. Pedimos un tercio del total como podríamos pedir un quinto. Crearíamos de forma inmediata 18 puestos de trabajo por cada millón de euros invertido, con un retorno fiscal del 56%.
-¿Qué inversiones son las más prioritarias?
-En infraestructuras se dice que está todo hecho y no es verdad. Hay problemas de accesibilidad a las ciudades y una excesiva concetración en nuestros puertos y centros logísticos, un punto que afecta directamente a nuestra competitividad y a la de nuestro transporte y puertos. Además, debemos desarrollar el transporte ferroviario de mercancias y tenemos la asignatura pendiente, por mandato europeo, de mejorar la calidad de las aguas, algo que no estamos cumpliendo. Se nos está pasando el arroz en la conservación de la red de autovías y carreteras. Hay que invertir un 2% del patrimonio viario todos los años: cifras de 1.600 millones.
-Sin embargo, el Estado debe reducir aún más el gasto en los próximos años...
-Si bien puede ser conflictiva, una solución que apoyamos, y hay una directiva europea que nos avala, es la tarificación por uso de las infraestructuras. En primer lugar solo paga el que lo usa. Impulsa la revolución tecnológica de los vehículos porque la tarifa tiene en cuenta que los vehículos menos contaminantes pagan menos. Y permiten conservar las infraestructuras, que si bien ya las hemos pagado, también hay que mantenerlas. Una solución que ya existe en países como Francia o Alemania y que es el sistema más equitativo.
-De cara al contribuyente, ¿qué piensa de la creación de una sociedad pública para rescatar las autopistas radiales en quiebra?
-En cuanto a las radiales y otras autopistas con problemas como la Madrid-Toledo, se han producido causas sobrevenidas derivadas de los costes de expropiación inexplicables. Todavía me pregunto cómo los jurados provinciales de expropiación han admitido que un terreno rústico cueste cien veces más de lo que había previsto la administración. En algunas rutas se han hecho redes de alta capacidad paralelas por lo que las expectativas de tráfico han fracasado. Si finalmente se nacionalizan las autopistas, se debe hacer para que todas las partes ganen: Estado, constructoras y financiadores. Un país como el nuestro, líder en infraestructuras, no se puede permitir dar la sensación de que hay inseguridad jurídica.
-¿Hay interés para participar en proyectos público-privados (PPP)?
-Siempre y cuando estén bien definidos, hay interés y dinero extranjero para abordar proyectos PPP. Lo que no tiene sentido es intentar atraer inversores para proyectos que no tienen rentabilidad: en este punto puede ser peor el remedio que la enfermedad.
-Casi un año después del pacto europeo por el crecimiento, ¿ha habido avances en la política continental de infraestructuras?
-La Comisión entiende que hay que potenciar la red transeuropea de transporte para impulsar el crecimiento. Sin embargo, ha habido una ralentizción del impulso inicial. No ha sido una buena noticia la reducción del Presupuesto de la UE, ya que ha afectado mucho a la partida de obra civil. De los 50.000 millones que se hablaban hemos pasado a 36.000 millones.
-¿Qué le parece el proyecto de liberalización ferroviaria?
-Hay mucho interés de grupos extranjeros para entrar en la red nacional, sobre todo del operador galo, la SNCF, y el germano, Deutsche Bahn. Eso sí, espero que Francia y Alemania preparen para sí una liberalización como la que se pretende hacer aquí: sin trucos ni ventajas. Con la introducción de los títulos habilitantes no creo que haya un retraso en el proceso, sino que se van a dar todas las garantías de seguridad. El interés para concursar está en el transporte de mercancías y en la alta velocidad. Pero la tarifa y el coste deben ser equilibrados: hay que adaptar nuestra red, con apartaderos más largos y subir nuestro canon de transporte ferroviario, que ahora es de los más bajos entre los países de nuestro entorno.
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