Los mercados españoles recuperan el pulso tras el batacazo de ayer

La Bolsa, que ayer registró su mayor retroceso en cuatro meses (-3,77%), volvía a teñirse de verde tras varias sesiones consecutivas con caídas tras el levantamiento del veto a las posiciones cortas. Así, el Ibex 35 ha conseguido remontar el vuelo tras seis sesiones de caídas y se ha anotado al cierre de al sesión un repunte del 2,2%, el más destacado desde el 19 de noviembre de 2012, lo que ha llevado al selectivo a mantenerse por encima de la cota psicológica de los 8.000 puntos, impulsado por los grandes valores.

En este contexto, Sacyr se ha consolidado como el valor que ha liderado las ganancias, con un avance del 5,65%, seguido de Red Eléctrica (+3,26%), Inditex (+3,17%), Ferrovial (+3,08%) y DIA (+3,03%). En el lado contrario se han situado Acciona, que se ha dejado un 3,06%, Viscofan (-1,35%), Mediaset (-1,15%), Banco Sabadell (-0,06%) y ACS (-0,03%).

La prima de riesgo italiana, que este lunes también subió 20 puntos, se recuperaba y perdía siete puntos para situarse en los 279 al cierre. El mercado de deuda italiano también se veía ayer afectado por las tensiones políticas que suponen un hipotético regreso de Silvio Berlusconi a la política de cara a las elecciones que se celebran el 24 y 25 de febrero. Las tensiones también se habían traslado el lunes a la Bolsa italiana, a la que afectaron los temores que provoca la posible vuelta a la política de Silvio Berlusconi. pero ayer también se apunto al verde y subía más de un 1%.

Mientras, en España, las dudas sobre el escándalo de corrupción por el caso Bárcenas se ciernen sobre el Gobierno, pese a que el Partido Popular ha negado rotundamente la veracidad de los papeles que apuntan a una financiación ilegal de la cúpula del partido.

La Bolsa también ha retrocedido enormemente desde el levantamiento de la prohibición de las posiciones en corto. La CNMV) decidió la semana pasada no prorrogar la prohibición sobre las ventas en corto , establecida el pasado verano y renovada posteriormente en otoño. El regulador entiende que las circunstancias que motivaron entonces su implantación —la volatilidad, que estaba que estaba afectando a buena parte de las empresas españolas cotizadas en Bolsa— ya no se dan y por lo tanto el veto no se justifica.