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fútbol internacional

Gibraltar, exiliado del Peñón

Hasta 2015, la colonia no puede jugar en casa; España intenta que eso sea algo permanente

Gibraltar, exiliado del Peñón FRANCIS SILVA

david álvarez

Cuando el 24 de mayo pasado la UEFA finalmente admitió a Gibraltar como miembro de pleno derecho , a la colonia se le abrió una pequeña vida de exiliado. Tiene al menos dos años y medio por delante en los que no va a poder jugar partidos oficiales en su territorio. Allí, cerca del aeropuerto, rodeado por una pista de atletismo, se levanta ahora un único estadio de fútbol, el Victoria Stadium , un pequeño campo con capacidad para unos 5.000 espectadores donde juegan los seis equipos que disputan la diminuta liga gibraltareña y que no cumple las exigencias mínimas de la UEFA para la disputa de compromisos oficiales.

Gibraltar se ha querido mover rápido en ese particular, y el visto bueno del organismo europeo supuso también el punto de partida para la construcción de un nuevo estadio, el Europa Point Stadium, proyectado para poder acoger hasta 10.000 espectadores y superar así la barrera de los 8.000 marcada por la UEFA. Las autoridades de la colonia querrían tener el recinto terminado para los partidos de clasificación para la Eurocopa de 2016 , en Francia, que comienzan a disputarse en septiembre de 2014, pero las obras terminarán como pronto en 2015.

A partir de ese momento, Gibraltar podría empezar a jugar partidos oficiales en su territorio, pero el Gobierno español, que siempre se ha opuesto a la admisión de la colonia en el circuito europeo del fútbol, aspira a que el exilio en el que hasta entonces se moverá esa selección sea algo definitivo. «Somos optimistas», dicen fuentes cercanas al Ejecutivo, que aseguran que a lo largo del proceso han encontrado sensibilidad al conflicto que supone este paso en las autoridades europeas del deporte.

Comprensión europea

El día de mayo de la admisión, el secretario general de la UEFA, Gianni Infantino , lazó varias señales: «Estamos en contacto con las autoridades deportivas españolas para garantizar que esta admisión de Gibraltar no pueda ser utilizada con fines políticos y no interfiera en el estatuto de Gibraltar conforme a la doctrina de Naciones Unidas». Y también ese día, Infantino contó que habían «adoptado las medidas necesarias para evitar que se puedan producir enfrentamientos directos entre selecciones españolas y gibraltareñas».

Pequeñas maniobras dentro del escaso margen que dejaban las tres sentencias del Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) favorables a Gibraltar. La UEFA esquivó las dos primeras. Después de la tercera, de 2011, en octubre de 2012 admitió a la colonia como miembro provisional y siete meses después como miembro regular.

Con las actuales normas de la UEFA, Gibraltar no sería aceptado como miembro, pero la solicitud se hizo en 1997, con otro marco estatutario, que es el que ha tenido en cuenta el TAS en sus resoluciones.

En este último tramo del proceso, el organismo europeo, con sede en la localidad suiza de Nyon, se ha manejado con la amenaza de que Gibraltar desistiera de la vía de la justicia deportiva y se lanzara a los tribunales civiles de Suiza, siempre recelosa del estatus de la UEFA en su territorio. Este camino abre incluso la posibilidad de que las acciones legales terminen dirigidas a título personal contra los directivos del fútbol europeo, algo que quieren evitar Michel Platini y sus colaboradores.

Aceptando la situación inevitable generada por las sentencias del TAS, el Gobierno cree ahora posible evitar que Gibraltar juegue en su territorio.

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