Una gran malla negra es lo más llamativo que muestra en estos momentos el exterior del Palau de les Arts. Se trata de una protección, provisional, para evitar que caigan cascotes del trencadís, pero que ha modificado sustancialmente el aspecto del emblemático edificio.

Las obras para la mejora de la icónica instalación de la capital del Turia han comenzado ya, y los técnicos buscan las fórmulas para poner puntos de sutura a los defectos del edificio diseñado por el arquitecto valenciano Santiago Calatrava, que trae de cabeza a las instituciones y a la sociedad valenciana.

Los trabajos para solucionar el problema estructural no tiene fecha de finalización, pero ante todo se busca la protección de otras zonas de la construcción, así como de los propios operarios que trabajan estos días en una de las partes más llamativas del complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.