política
El cálculo electoral de Puig dilata el acuerdo sobre la rebaja a 79 escaños
El PSPV prevé comunicar al PP su preferencia de reducir el número de diputados a 89, diez menos que los actuales. Castellano limita a tres meses el periodo de negociación
El tiempo apremia. El secretario general del PPCV y conseller de Gobernación y Justicia, Serafín Castellano, advirtió ayer de que el plazo para llegar a un acuerdo con el PSPV al respecto de la rebaja de 99 a 79 diputados autonómicos se circunscribe a los tres próximos meses.
La propuesta del presidente autonómico, Alberto Fabra, eliminar veinte escaños en la Cámara, fue muy concreta durante el pasado debate de política general, pero ese guante todavía no lo ha recogido el partido que lidera Ximo Puig. Las conversaciones con Castellano se han ido sucediendo sin resultados dado que los socialistas no le han trasladado una alternativa.
Trámites parlamentarios
Los cálculos electorales están sobre la mesa, como adelantó ABC el pasado domingo, tanto como para poder dar al traste con el acuerdo de la rebaja entre los dos grandes partidos -cuestión ineludible porque la reforma estatutaria exige una mayoría de dos tercios-.
El periodo de tres meses fijado por Castellano se basa en que los trámites para reformar el Estatuto en las Cortes Generales y en la Cámara autonómica son largos; en consecuencia, si se sobrepasa el trimestre, la reforma no podrá ser aprobada antes de que finalice la legislatura.
La dilación en el asunto de Puig, que ayer calificó la rebaja de «gesto demagógico que no soluciona ningún problema», provocaría la imposibilidad de modificar en 2015 el número de escaños, por lo que la próxima legislatura seguiría presentando los mismos diputados que la actual: 99. El coste medio anual de los diputados en las Cortes se sitúa en torno a los 50.000 euros, de modo que no eliminar esos veinte escaños supondría malograr un ahorro de un millón de euros al año, un total de cuatro millones para toda la legislatura. Pero el criterio económico no es el primordial. No obstante, Castellano expresó ayer su deseo de conocer de primera mano las intenciones de Puig antes de enterarse de ellas por los medios de comunicación.
Las expectativas electorales de los partidos pueden variar sustancialmente en un hemiciclo compuesto por 79 diputados, ya que si el desplome del PP no es tan acusado como el que se pronostica hoy y ese partido no baja de la barrera del millón de votos, sus opciones de revalidar la mayoría absoluta crecerían. Ahora bien, la actual composición de 99 diputados puede ser también perjudicial para los socialistas, ya que el crecimiento de Compromís y Esquerra Unidapuede hacer que el PSPV se diluya como partido líder de la oposición. En consecuencia, hay una opción de acuerdo que situaría el número de diputados en 89. Es la solución preferida por Puig, consciente de que que los populares podrían necesitar cerca de 1.100.000 votos para volver a gobernar en una Cámara de 89 escaños. Puig y Castellano también trabajan en el acuerdo para rebajar el número de integrantes de los organismos institucionales y estatutarios a la mitad.

