Armstrong pierde sus 7 Tours

La Unión Ciclista Internacional (UCI) ha retirado los siete Tours de Francia a Lance Armstrong. Así lo ha anunciado el presidente de la UCI, Pat McQuaid, en rueda de Prensa en Ginebra. «También le vamos a echar del ciclismo», dijo. El norteamericano fue sancionado de por vida. y señalado como un tramposo que hay que borrar del historial, según comentó el presidente de la UCI.

«Lance Armstrong no tiene sitio en el ciclismo», comentó McQuaid en un durísimo alegato contra el norteamericano. «Es un día crucial para el ciclismo. Nuestro deporte ha sufrido mucho para absorber el impacto del informe de la USADA», declaró McQuaid, cuyo mensaje a los deportistas, los patrocinadores y a los aficionados fue que «el ciclismo tiene futuro».

«No es la primera vez que el ciclismo llega a una encrucijada de camino y que ha tenido que confrontar su pasado», explicó el presidente de la UCI.

La UCI avaló así el informe de la USADA, que recoge testimonios sobre las prácticas ilegales de Armstrong y su entorno, incluidos los de 11 excompañeros del deportista texano.

Desde hace una semana y media, Lance Armstrong dejó de ser un mito para convertirse en un proscrito . Nadie había ganado más Tours que él, aunque nadie despertó tanta antipatía como él en el panteón de los campeones. Demasiado soberbio, decían en Francia mientras encadenaba un Tour detrás de otro. Por tanto, pocos lloran por él después del demoledor informe de la USADA con los testimonios de los arrepentidos Landis y Hamilton , por encima de los otros.

El informe trituró la imagen del americano, siempre sospechoso durante sus éxitos sin pruebas que lo sustentaran. Y los patrocinadores lo remataron al retirarle confianza. En especial, Nike. Su sociedad con el gigante norteamericano se plasmó en un negocio fructífero para ambos, las pulseritas amarillas emblema de la fundación contra el cáncer, Livestrong. Casi ochenta millones de euros en ventas, a un euro la pieza. Nike obligó a Armstrong a abandonar la presidencia de la Fundación y ahí murió el mito para los americanos.

La gente que conoce a Armstrong dice que «lo está pasando peor que nunca, sin duda». Peor, se entiende, que con el cáncer de testículos elevado a metástasis que padeció en 1996. Él aseguró hace unos días en un acto ante correligionarios en Austin que no, que lo ha pasado peor otras veces. En cualquier caso, el texano no tiene previsto « ningún plan de comunicación», según aseguró hace unos días Mark Fabiani, su asistente de prensa. En todo caso, su cuenta twitter que siguen más de 3,7 millones de personas.