Tres embalses restringen el agua que desalojan por la grave sequía en Galicia

El presidente de la Xunta anunciaba ayer la activación del Plan contra la Sequía, un protocolo de sesenta medidas en diferentes ámbitos que tiene como misión afrontar el peor capítulo de ausencia de precipitaciones en medio siglo. Las prioridades formuladas en el plan son, por este orden, proteger el consumo humano, el animal, el mantenimiento de los caudales ecológicos, y los usos productivos en la economía del agua. El conselleiro de Medio Ambiente comparecerá en el Parlamento la próxima semana para detallar las medidas, entre las que se encuentan campañas para racionalizar el consumo, más controles sanitarios y la mejor gestión de los acuíferos subterráneos.

Dentro del protocolo contra la sequía, el departamento de Presidencia coordinará a todas las consellerías de la Xunta y encabezará una Comisión Interterritorial compuesta de técnicos y que deberá decidir «cuándo y con qué intensidad se desarrollas el protocolo», en palabras de Feijóo. Este grupo seguirá además los efectos de la sequía en los diferentes sectores económicos, y estará en contacto con la Oficina de Representación de la Unión Europea en España.

Feijóo explicaba que los embalses de Cecebre, Caldas y Forcadas (Valdoviño, en el área de Ferrol) verán restringido su caudal de salida. Los tres forman parte de la cuenca Galicia Costa, que administra directamente Galicia, y en la que hay en la actualidad 331 hectómetros cúbicos de agua embalsada, un 48,3% de la capacidad total de las once infraestructuras de esta demarcación. El último dato, de ayer, muestra que el nivel está muy por debajo del pasado año, y de la media de los diez últimos (a estas alturas había casi 500 hectómetros cúbicos embalsados, 472 y 481 respectivamente). Cecebre tiene 13 de sus 22 hectómetros cúbicos de capacidad ocupados; y Forcadas, 9 de 11. En toda Galicia en su conjunto, las presas están al 51,4% de su capacidad, con 1.652 hectómetros cúbicos ocupados, cuando la capacidad total es de 3.212. Hace un año, había 2.304 hectómetros. La media de los últimos diez años es de 2.386. «El nivel actual de los embalses empieza a estar comprometido. Hay que ser precavidos», reconocía Feijóo, que pidió a la población un consumo «con la mayor dosis de responsabilidad».

El titular de la Xunta anticipó además que desde la administración se inyectará liquidez y circulante a los titulares de las explotaciones ganaderas, cuyo gasto de producción se ha elevado de forma notable al tener que echar mano los productores de piensos comprados para alimentar a las cabezas de ganado una vez que los silos donde acumulan sus forrajes se van agotando por la sequía. La falta de agua ha motivado además que la primera corta para hacer acopio en los silos que debiera tener lugar en las próximas fechas, ya que suele realizarse a estas alturas del año, se haya retrasado sine data.

Además, habrá reducciones en el IRPF y desgravaciones por compras de alimentos concentrados y forrajes, como apoyo a la contratación de seguros agrarios, ayudas priorizadas y un convenio con los bancos para el adelanto del pago de la PAC. Medidas de ayuda como éstas habían sido reclamadas el martes por varios sindicatos agrarios. Además de estas ayudas, Feijóo pidió al Ministerio de Medio Ambiente que establezca «mecanismos generales» para solventar una problemática de toda España.

Por último, desde la administración no consideran que las precipitaciones que en estos días se recogieron en diferentes partes de Galicia, además de las que se prevén para las primeras jornadas del fin de semana, vayan a ser demasiado alivio para los embalses.