Uno de los dos policías del atropello mortal de Palma fue condecorado este año
El inspector quiso en un primer momento responsabilizarse de lo sucedido, pero luego cambió su versión ante el juez
Antoni limongi
Revuelo en la sede de la Jefatura Superior de Policía de Baleaeres, en Palma de Mallorca, tras conocerse nuevos detalles del suceso protagonizado por dos de sus hombres . Fuentes judiciales ha señalado que los dos policías nacionales acusados del atropello mortal el pasado domingo ... de una ciclista alemana en el municipio de Llucmajor (Mallorca), decidieron coger un coche oficial “k” (sin distintivos) para volver a sus casas tras salir de juega en la capital balear. El conductor duplicaba la tasa de alcoholemia y su acompañante iba aún más ebrio . Los dos agentes se dieron a la fuga después del atropello, hasta que fueron detenidos por la Guardia Civil de Tráfico.
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Las noticias en torno a los implicados se suceden no sin sorpresa. El pasado mes de octubre se hizo entrega de varias condecoraciones a varios agentes de la Policía Nacional coincidiendo con la festividad de los Santos Ángeles Custodios, Patrón del Cuerpo Nacional de Policía. Fuentes locales han informado hoy de que entre los condecorados figuraba uno de los dos policías involucrados en el atropello ocurrido en la carretera de Cabo Blanco, una vía muy conocida en Mallorca por su alta siniestralidad.
Con sudaderas
Los dos agentes (uno de ellos inspector de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado) prestaron declaración ante el juez. El lunes pasado llegaron a los juzgados en dos coches camuflados de la Guardia Civil, salieron del coche con las manos atadas (aunque no esposados) y se taparon el rostro con sus sudaderas para no ser vistos. El titular de Instrucción número 8 de Palma , Juan Pedro Yllanes, dictó prisión sin fianza para el que conducía el vehículo.
Este último está acusado de causar la muerte de la ciclista mientras conducía bajo los efectos del alcohol sin estar de servicio, así como de un delito de omisión del deber de socorro, ya que huyó del lugar de los hechos sin intentar ayudar a la víctima. El juez también le imputó los presuntos delitos de homicidio por imprudencia grave y conducción temeraria.
Los dos detenidos atropellaron a la fallecida, Renate D., provocando que se saliera de la calzada y se estrellara contra un árbol. Como resultado, la mujer falleció prácticamente en el acto. Su marido salió ileso, y cuando fue encontrado, lloraba desconsoladamente junto al cadaver de su esposa.
Según han informado fuentes jurídicas, los dos agentes explicaron ayer al juez que cuando el sábado acabaron su turno fueron a cenar a un restaurante del Paseo Marítimo y luego a beber copas a dos bares cercanos, tras lo que se dirigieron, sobre las seis de la mañana, a un local de la zona de Gomila. Alrededor de las nueve se dispusieron a regresar a sus casas, próximas entre sí y cercanas al lugar del atropello en la urbanización Puig d'en Ros, en el municipio de Llucmajor.
Para ello, decidieron coger un coche "k" (sin distintivos) de la Jefatura Superior de Policía de Palma, ya que tenían las llaves porque habían salido de servicio la noche anterior. Cuando circulaban por la carretera MA-6070, donde ocurrió el siniestro, un policía fuera de servicio vio desde su coche cómo el vehículo policial, de color gris, realizaba un adelantamiento en línea continua detrás de él y se fijó en sus ocupantes.
El copiloto, calvo
Vio que el piloto era un hombre con pelo y que el copiloto era calvo, lo que coincide con el físico del agente y del inspector, respectivamente, y se fijó en que el último cabeceaba, así como en que el coche iba haciendo eses por la vía. El coche gris adelantó a su vehículo y pasó luego a otros de forma temeraria, por lo que el agente fuera de servicio telefoneó para avisar del peligro.
Cinco minutos después, según narró el lunes el testigo al juez, se encontró con el accidente sin que estuviera ya el coche que lo causó, y se paró para auxiliar a la ciclista herida, a la que practicó la reanimación cardiopulmonar. Cuando llegaron los servicios sanitarios, el policía decidió buscar al coche gris después de que el marido de la víctima le relatara que había sido uno igual el causante del atropello, para lo que cogió su vehículo y siguió por la carretera.
Se encontró entonces con el coche gris que circulaba en dirección contraria, aunque ya solo lo conducía el inspector, y le siguió tras dar aviso a la Guardia Civil. Agentes del Instituto Armado detuvieron luego a este policía cerca de su casa y, cuando lo arrestaron, el inspector sostuvo que no recordaba ningún accidente pero que él conducía todo el tiempo y que había dejado a su compañero en su casa.
Los guardias civiles y el detenido fueron entonces a buscar al otro policía y, en el momento en que abrió la puerta de su casa, el inspector le espetó a su compañero: "Conducía yo". Al sospechar de su actitud, los agentes hicieron la prueba de alcoholemia a los dos, que arrojó una tasa de 0,5 gramos por litro en el caso del agente y de 1,2 en el del inspector, cuando la permitida legalmente es de 0,25.
Una vez en la comandancia de la Guardia Civil de Palma, el inspector cambió su versión, corroborada por el testigo, y dijo que quien conducía era el otro compañero. Ante el juez, el inspector, que tan solo lleva un mes destinado en Mallorca, afirmó que cuando ocurrió el accidente estaba dormido y el agente admitió que él llevaba el coche, pero añadió que no recordaba el accidente, sino que tan solo oyó un golpe y pensó que se había dado contra un muro.
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