tenis
Toni Nadal: «Rafael tiene otra actitud después de Australia»
Después de una semana libre, hoy vuelve al trabajo junto a su sobrino para afrontar la fase más exigente de la temporada, convencidos de que están mucho más cerca de Novak Djokovic
enrique yunta
El lenguaje corporal del tío Toni define muy bien lo que pasa en la pista, centrado en su sobrino desde que por primera vez cogió una raqueta. En Australia, el entrenador más popular del circuito aplaudió a su alumno en la derrota, convencido de que ... esa decepción es menor por las formas y el orgullo. Arranca 2012 con Rafa Nadal más cerca de Novak Djokovic , pero el curso, según el preparador, tiene más retos que superar el muro del serbio.
—¿Están donde se esperaban o incluso Australia fue mejor de lo previsto?
—Pues sí, las cosas fueron muy bien en Melbourne, no nos podemos quejar. Fueron dos semanas de tenis a buen nivel y estuvimos muy cerca de ganar.
—¿Cómo se explica que una derrota sea positiva?
—Fue positivo por las formas, pero perdimos, al fin y al cabo perdimos. Sin embargo, fue de otra manera y eso es lo bueno porque cuando mejoras en el juego sales contento, de ahí que esa derrota nos ayude. No hay reproches, el nivel fue bueno.
«Lo principal, lejos de las victorias, es jugar bien, me preocupa más que el resultado»
—¿Objetivos para 2012?
—Después de tanto tiempo, nuestros objetivos casi siempre son los mismos. Lo principal, lejos de las victorias, es jugar bien, me preocupa más que el resultado. No sabes nunca qué día te puede salir un jugador nuevo que te complica la vida, así que hay que mantener el tono y estar entre los ocho mejores a final de año. Siempre partimos desde esa base.
—¿Notó muchos cambios en Australia con respecto al Rafael de 2011?
—Fundamentalmente se jugó bien, especialmente la final. Se perdió, sí, pero ante un rival muy difícil que también lo hizo perfecto y que está mejor. Pero las sensaciones fueron muy buenas y no tuvo nada que ver con las seis finales de 2011, ahí no competimos bien.
—¿Mucho trabajo psicológico?
—No sé qué decirle. Siempre se hace algo. Cuando pierdes buscas otras cosas, un juego diferente, cambias dinámicas, pero tampoco nada especial.
—¿Cuántos vídeos ha visto de Novak Djokovic?
—Nosotros tenemos muy claro cómo jugar, sabemos el patrón a seguir. No nos fijamos mucho en el rival. Rafael está jugando bien, agresivo, restando y sacando bien. Y se consiguió contra Djokovic. Pero tampoco me gusta hacer de un partido algo exagerado. Sabemos que se le puede ganar y hay que hacer todo lo posible, estamos más cerca.
—¿Cuánto?
—Pues más cerca. No es más que otro paso y no hay más receta que seguir la línea e intentar jugar bien. Es lo de siempre y lo intentaremos hasta el final. Salimos motivados de Australia y Rafael tiene una actitud diferente, cree más porque compitió muy bien. Vio que Djokovic tampoco es invencible.
—¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de este arranque de temporada?
—El nivel, en general, es mucho mejor. Saque y resto bien, juego más regular, pocos fallos... Estoy contento de todo, aunque siempre hay cosas que se pueden mejorar.
—De Rafael siempre se ensalza su saber perder.
—Sí, es imprescindible esa actitud. Pero no sólo en el tenis, también en la vida. Si tienes un comportamiento bueno, seguro que las cosas te van mejor.
«Estoy muy satisfecho de todos estos años, muy agradecido de cómo nos ha ido»
—¿Cómo se le motiva para seguir ahí?
—Porque él siempre quiere mejorar, lleva toda la vida mejorando. Su tenis, sus golpes, su saque, su mentalidad.
—¿Pesan mucho los años juntos?
—No, no me pesan. Es como todo. A veces se ve el vaso medio lleno y otras medio vacío, pero estoy muy satisfecho de todos estos años, muy agradecido de cómo nos ha ido.
—¿Qué ha sido lo peor?
—Las derrotas y las lesiones. El deporte es voluble, pero somos unos privilegiados, nos ha ido todo bien, soy feliz.
—¿Se agota un entrenador?
—Como todo, lo normal. No conozco ningún trabajo en la vida en donde todo sea positivo. No me agota mucho, pero es mi trabajo. Es verdad que tienes una presión, más o menos grande en nuestro caso porque estamos al máximo nivel de competición, pero hay que demostrar cada semana y cada partido que eres bueno y que tienes ganas de ganar. No hay margen. Aquí, si juegas mal, te vas.
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