El PP arrasa con 195 escaños y el PSOE se desploma hasta 121, según el CIS

El principal enemigo del PP en el arranque de la campaña electoral son las encuestas, todas positivas, y la sensación de que ya tiene todo ganado. En ese sentido, el estudio preelectoral del CIS, hecho público ayer, no ha hecho ningún favor al candidato de los «populares» a La Moncloa, Mariano Rajoy, y sí al socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien parte de unas expectativas bajísimas, que sólo podrá mejorar, salvo catástrofe mayor. Según el CIS, el PP arrasaría en las urnas el 20 de noviembre, con un 46,60 por ciento de los votos (entre 190 y 195 diputados, cuando la mayoría absoluta se sitúa en 176). Y si el PP revienta por arriba, el PSOE lo hace por abajo: la candidatura de Rubalcaba se desploma con una estimación de voto del 29,91 por ciento, casi 16,7 puntos menos que el PP (sumaría entre 116 y 121 diputados).

Si se confirmara la peor de las previsiones para el PSOE (116 escaños), sería el resultado más pobre de su historia en la democracia. En las elecciones de 1977 se quedó en 118 diputados; en 1979 subió a 121, y en el año 2000, con Joaquín Almunia como candidato, se situó en 125, y éste presentó su dimisión inmediata.

La tercera fuerza política en el Congreso sería CiU, con 13 diputados (tres más que en las elecciones de 2008). Con ocho diputados se presentaría IU-ICV, que multiplicaría por cuatro su representación actual, gracias a una parte del voto de izquierda desencantado con el PSOE. No obstante, el voto útil de última hora podría corregir a la baja esa estimación. Con tres parlamentarios puede haber, según el CIS, cuatro formaciones: UPyD (ahora tiene uno), PNV (se reduce a la mitad), Amaiur (se quedaría sin grupo parlamentario propio, su máxima aspiración) y ERC (se mantiene igual).

El Grupo Mixto se completaría con el BNG (dos diputados), Coalición Canaria (otros dos), Compromís-Equo (un diputado, por Valencia) y el Foro Asturias (un diputado).

En el estudio del CIS, realizado entre el 6 y el 23 de octubre, con 17.236 entrevistas, se refleja el cambio político que se avecina en Andalucía. De los 60 escaños en disputa, el PP obtendría 34 o 35, frente a los 24 o 25 del PSOE y otro de Izquierda Unida. En Cataluña, el partido más votado seguiría siendo el PSC, pero pasaría de tener 25 diputados a 16. Mientras, CiU lograría 13 y el PP, 12. Uno de los mayores derrumbes del PSOE se podría producir en la Comunidad de Madrid, donde el PP seguiría rompiendo su techo y llegaría hasta los 21 o 22 diputados, de los 36 que se eligen. Los tres diputados de UPyD saldrían de esta circunscripción.

En el País Vasco, el PSE ganaría las elecciones, con siete diputados, mientras que el PP sumaría cinco y tanto el PNV como Amaiur se quedarían con tres, sin representación en la provincia de Álava.

Con estos datos, los socialistas se aferraron al único dato que podría darles un hilo de esperanza: el 31,5 por ciento de los entrevistados por el CIS afirman que no han decidido aún su voto. Esa indecisión, habitual en este tipo de sondeos, permite al PSOE decir que aún hay millones de indecisos en la calle, que puede llegar a convencer en los próximos días y ganar su adhesión. Su lema de campaña va dirigido a ellos, para movilizarlos: «Pelea por lo que quieres».

A Rubalcaba le queda el consuelo de superar por 11 centésimas a Rajoy en la tabla de valoración de líderes, que encabeza Rosa Díez (4,95). El candidato socialista consigue un 4,54, y el presidente del PP, un 4,43. Pero hay una diferencia: la valoración de Rubalcaba no deja de caer (en julio, como vicepresidente, era de 4,62), mientras que Rajoy ha subido casi un punto desde este verano, cuando tenía un 3,58. Duran Lleida (CiU) está muy lejos de su mejor momento: 4,10.